sábado, 29 de noviembre de 2014

PRÓLOGO AL OLVIDO

Imagen cogida de la red




PRÓLOGO AL OLVIDO




Y cantos lejanos, ecos muy prietos, traslación de nubes
hacían llorar a los espectros con tanto silencio
mientras mi alma de suicida llevaba impensadamente
a su quieto seno la mácula penitente de aquel sonoro eco
rompiendo el mutismo de la hirviente serenidad
Antonio Saura




en medio de nichos fríos estos largos cabellos de lo inmóvil bostezos sobre el granito silencioso de la noche casi penitencial este candil de olvidos el mimbre ciego cerca de la bruma: la medianoche se muestra en el esqueleto del tragaluz como una bandera atravesando el tapial del horizonte cerca estoy del absoluto olvido quiero reemplazar la nostalgia y el hambre los bolsillos marchitos y el barniz del goteo de tantos ídolos infortunados a riesgo del abismo el agua sin aplomo en el desfiladero años de vuelo ¿quién lo recuerda? solo el espumarajo en la boca o el aliento de inclemencias oscuras desenfundado en las arenas movedizas de las aceras en el pezón del respiro todos los pretéritos y los muñones golpeados en la argamasa ¿a qué estos jirones de pupilas o lanzarse sin campanas a las semanas? prefiero los baldíos y la sal monstruosa de la inmolación prefiero quedarme aquí sin boletos y sin ángeles a seguir en el desvarío que provoca el bajomundo de las entrañas prefiero el descolor rugoso de la cicatriz y la herrumbre subiendo al cuerpo (a voluntad propia deshecho la envoltura que me arrebata las sienes y el pavor que me causan los bostezos la realidad es húmeda y espectral como el sollozo o el tiempo ahogado en nuestras propias raíces hubo sed y terror y caminos de gruesa ceniza y tanteos como punzones en los poros ¿es la conciencia a fin de cuentas la que encarna la fosa común de los cementerios? voy sin pensar en ciertas revistas: Glitter baby, Cosmopolitan, Interview, Vaninity fair, people, Vogue, Fashon, Time, Playboy, Forbes y tantas otras) este guión cinematográfico de la niebla me asfixia me atosiga la sordera de los ególatras y las tantas mordazas a fuego cruzado una cara limpia es igual que los jardines un ojo entumecido es la fisonomía caduca del incienso si busco el olvido es porque quiero darle vuelta a la página del páramo y que el júbilo no sea objeto suntuoso y de difícil tenencia el constante pañuelo que provoca cansancios lo mismo que los anuncios de muerte difundidos en los periódicos la mucha fiebre tortura las sienes en derredor de la  respiración los zopilotes y el búho sudoroso de los estornudos y las cortinas líquidas de los laberintos y las púas que cruzan en el viento solo así saldré ileso del cascajo mar afuera después del naufragio pródigo como un vilano de azúcar ante la imagen de tantos comensales no quiero la ruina sobre mi petate ni el buitre que expía mi nombre ni la sombra que disputa el vaho ni el gemido que rasga los prostíbulos como una yesca impúdica en cada último pelo que me queda la cruz y la plomada hasta el cuello lo visible de los ijares a la larga todo resulta ser un funeral cierto el sonido martillado de la ceniza las ventanas encuadradas en las esquinas del ojo de los abanicos después de todo salgo a la calle luego me pierdo en las hilachas de mi timidez al final soy un nuevo comensal en el retablo del porvenir paradójicamente la luz nunca está en desuso…
Barataria, 29.XI.2014

jueves, 27 de noviembre de 2014

ENTONCES

Imagen cogida de la red



ENTONCES




Entonces yo jugaba con los muertos. Eran los muertos que mis ojos vieron
en el vaso del insomnio. Entonces las palabras eran pájaros gigantescos.
Entonces soñaba con los largos colores de las hojas.
Yo era parte de los transeúntes frente a  ventanas frenéticas.
Después, vino el grito oscuro del reloj, las ojeras crecidas en lo áspero.
Vi los agujeros que producía la lluvia ciega en las cosas y en la sangre.
Más allá de mi entendimiento, la idea, la luz, que no llegaba a mis pensamientos:
piedra los brazos y la rama del aire,
ceniza toda la proclama del aliento, la verdad imposible de los sombreros.
Entonces, ni siquiera mi voz era. No era la luz que desmentía todo.
Entonces callé llegado al punto de hurtar mis ojos.
Callé y vino la verdad desnuda, sin adornos. La verdad pura de la sal.
Callé, entonces…
Barataria, 26.XI.2014

martes, 25 de noviembre de 2014

LÍNEA FERROVIARIA

Imagen cogida de la red




LÍNEA FERROVIARIA




Cada vez el viento hace temblar los ojos perdidos en el paisaje del tiempo.
En la aglomeración del hierro dilatado, el oído ávido pegado a los durmientes,
a esos fierros violentos de mi propio jardín.
¿Quién desdice esta ternura de conspiraciones? —El tren, el tren que lo bebe
todo: respira su tos de sobreviviente en la alforja de mi pecho.
A la orilla de la breña, el delgado hilo del trino, el estornudo imbatible
de su tránsito. La loma de los sueños en medio de la niebla.
Ahora camino girando en mis cansancios: entre la alambrada del crepúsculo
y las calles inseguras y las aceras cubiertas de bisutería,
la intemperie y su novela negra,
la conspiración penitente, devota de otros cuerpos posesos de fatalidad.
(Luego de pensar en estas cosas antiguas, sigo en mi oasis solar: junto uno a uno, 
los objetos para reconstruir el candil de aquellos días.)
Por cierto, al trasluz, la estación ferroviaria de mi aliento…
Barataria, 25.XI.2014

domingo, 23 de noviembre de 2014

CLARIDADES

Imagen cogida de la red





CLARIDADES




Tu río de poros en la claridad de los relojes, muerde el paisaje del surco
con sus pétalos blancos de husos horarios. (La claridad siempre es enigma
en el sacramento del sexo.)
(Vos) descubierta en la levitación del techo de la memoria.
La herrería del ciprés taladra el cascabel de la tormenta; al vendaval
del arrebato, el pezón del pecho vuelto cárdeno.
Abajo de la marquesina del zigzag, avanza el aliento como un jinete que muerde
el sinfín insurrecto del camino.
Lejos de toda noche, el ojo inundado de desnudez.
Sé, por cuenta propia, que los aromas se vacían en las palabras: vos lo sabés
cuando el pez desviste las cavidades sin límites de abecedario.
Barataria, 23.XI.2014

sábado, 22 de noviembre de 2014

SOMOS AYER

Imagen cogida de la red




SOMOS AYER




En el vestíbulo del presente, somos esbozo, pero también sombra del pasado.
Somos la respiración de ayer en cuyo aliento suena la flecha del conjuro.
Para hoy, el desvivirse en los candiles.
Vive el antifaz como pétalo candente: en cada fuego, el fuego invisible del reloj,
El césped horizontal, ciego del sexo. La piel ofrecida al deseo.
(De pronto, hay despedidas latentes en cada recuerdo, objetos desechados,
cucharas trizadas en el espejo, retrocesos de último minuto, ausencias
como los días que jamás resucitan.)
En un instante somos ayer.
Lo que fue en cada muerte de la lluvia. Los cascos de la salmuera.
Siempre es cortejo la disparidad de lo efímero: en los güishtes dispersos
de la melancolía, los contornos de la sal en el firmamento de los ojos.
En la piedra pómez de la dádiva, nadie puede elevar a acuarela el sesgo
afilado de las fotografías en sepia.
Barataria, 21.XI.2014

jueves, 20 de noviembre de 2014

TRENES SIMULADOS

Imagen cogida de la red




TRENES SIMULADOS




En el ijar de las aguas irrecobrables, las sombras perdidas en el diluvio
de las lágrimas: ante el umbral adverso, retumban los trenes simulados a golpe
de espejismo. (Nunca me quedo; siempre estoy en fuga.)
Y así, me adentro en los rieles del fuego, quizá en los durmientes estáticos
que produce el vértigo.
Nunca me quedo en piedra, es cierto; por eso hago de mis rincones, mi propia
estación, ese divisadero de ventana y sinfín.
(A menudo uno salpica al destino de espejos, ¿de qué otra forma puedo despertar diferente, avanzar a la luz y no a la fosa? Sé, que detrás de mi solapa
hay paredes funerarias que se nutren de mi hambre.)
Al recuerdo de mi infancia, siempre resucitan mis trencitos de madera.
Barataria, 19.XI.2014

martes, 18 de noviembre de 2014

NADA

Imagen cogida de la red




NADA




Después de todo, lo que vemos es solo la mueca del tiempo y sus infiernos.
Ante lo innominado, las luces de bengala y ciertos pruritos de delirio.
A ratos la bisutería coge forma de tormenta, de marketing, de Dios inmaculado.
Para cubrir la aridez y lo lóbrego,
las tramoyas espléndidas de las mascarillas y las alabanzas, acaso obediente
espuma de nuestra existencia. (La historia siempre nos hace ese singular retrato
de las imposturas.) Soy testigo de esos áridos prodigios.
En la acrópolis de la superficialidad, me temo que no es válida la inocencia.
Yo solo trato de evitar la muerte que provocan los anfibios.
Al final de la paja en el ojo ajeno, la recompensa implacable…
Barataria, 17.XI.2014

lunes, 17 de noviembre de 2014

AGUA SUBLIMINAL

Imagen cogida de la red




AGUA SUBLIMINAL




Hay aguas de las que no tengo conciencia, ni el ojo del día se percata de ellas.
Y sin embargo, el subconsciente no da tregua a la sórdida hojarasca
del trasmundo: el Todo discurre arraigado a la escritura. Ese insomnio
de cuchillos del tamaño del universo.
(Si miramos al espejo, es honda la humedad de las paredes del cielo. Detrás
de estos extraños días, solo la mancha gastada de la indulgencia, y la luz
que no es de este reino, sino del vilano que presagia la salmuera.)
En el adviento de lo que subyace, los párpados hasta el ascua de la garganta.
Después, conmigo, el espejismo como unitario brebaje.
En las escenas del tiempo, tal vez a la distancia, otro oráculo disuelto.
Barataria, 16.XI.2014

domingo, 16 de noviembre de 2014

CAMINO COMPARTIDO

Imagen cogida de la red





CAMINO COMPARTIDO




En el camino compartido del cirio, el invierno de la luz y su juego de espejos: 
ante la extraña humedad de la almohada, la urgencia del barro y la pócima
de neblina en la alacena del horizonte.
No hay más sosiego que este presente compartido de brazos y zapatos:
sabemos que allá, desnudos, existen los símbolos y  la liturgia
del ala a profundidad infinita.
Dejo la amenaza y el fósil para crecer en el universo compartido del azúcar:
(si algo he aprendido de la zozobra es el miedo: la verdad, de pronto, tiene
un jardín de luciérnagas saliendo de la solapa de la conciencia),
—(vos), conmigo, de vuelta a buscar las semillas del cierzo…
Barataria, 15.XI.2014

viernes, 14 de noviembre de 2014

SENDERO

Imagen cogida de la red




SENDERO




También la nostalgia suena en el sendero de una rendija. La lejanía se sumerge
en el vuelo de las antípodas, en esos zapatos que atraviesa el hambre.
Llegada la tarde, exhausta, desaparecen los senderos: siempre es extraño
el vuelo a través del entrecejo, entre el pájaro que gotea su dolor y el tronco
del horizonte disecado.
(El aluvión de la salmuera rompe los paraguas; debajo de la voz, el polvo
de los cementerios, y el ojo enfrascado en falsos cerrojos. En el antebrazo
del moho, el sendero sinuoso y omnipotente.)
Al final, la concavidad inunda todos los sentidos. La farsa es inminente; letal,
la estridencia de los tornillos que abren el umbral.
¿A qué me atengo cuando se hace nudo la garganta en carne viva?
En el dril de mis andadas, siempre el camino estrecho con su lenta miopía.
¿Cómo es que he caminado tanto sobre el balastro?
—La zozobra me ayudó a limpiar lo inefable: me arrodillo ante la luz primera.
Barataria, 12.XI.2014

miércoles, 12 de noviembre de 2014

VUELTA

Imagen cogida de la red




VUELTA




En la línea del dintel, la vuelta del poema o la mosca: la duda hacia la página
del sueño, desintegrándose en la mínima vocal de la sílaba.
(Entre otras cosas, busco en los adentros de la raíz, las siete lámparas
del bosque, o el santuario de la sábana.)
Regreso al aire, con el arrebato de la locura; después de todo lo andado,
queda aun abierta la grandeza del barro, la clarividencia del césped en la hoja
que sostiene al pájaro de la sed.
Vuelto a mis imposibles, negro el aluvión de personajes en la ciudad.
Desde el autorretrato de la tribu, es póstumo, a juzgar, cualquier desobediencia.
Me temo que ayer y hoy, nunca se jubilan.
Hablar del alma está prohibido; de ahí que prefiera los drenajes…
Barataria, 10.XI.2014

lunes, 10 de noviembre de 2014

HASTÍO

Imagen cogida de la red




HASTÍO




Me cansan los asedios y los días de la semana. Me ríen las trampas
de este reino; ante lo visible, un mundo  a oscuras,  los riesgos siempre de caer
en el vacío de la ceniza, en la hondonada donde no gobiernan las palabras.
—Me harto de este reino y de las matronas que engendran las sombras,
me harto de las asperezas de la ropa raída,
me harto de la dureza de la agonía,
me harto de los dignatarios de la nueva desnudez.
(Para sangrar, todos los agobios del alma, soportar la madera tórrida de la noche, 
cruzar a oscuras el camino del dolor, morder acaso las hebras del luto,
colgar el pálpito de la hoja caída de los muertos.)
A veces es inútil el ojo cuando el cuerpo desciende cansado de sed.
Llueve sobre las estatuas la edad perdida, las estaciones circundantes
de los primeros cuadernos, la mínima espuma de los ríos del sigilo.
Y sin embargo, debo caminar sobre tantas calles húmedas de humo…
Barataria, 08.XI.2014

domingo, 9 de noviembre de 2014

APUNTES

Imagen cogida de la red




APUNTES




Una página tras otra página, como raídos periódicos en las aceras. (De cuando
en cuando la inocencia juega con el vacío de los anteojos.)
A veces arde todo lo incomprensible en los zapatos: los recuerdos, diestros,
en el desasosiego, mientras la dentadura del mal acecha con sus guantes.
Hay silencios obligatorios que nunca se oxidan y sombras más invisibles
que la luz de los sueños.
(Ya sé que después de los extravíos del poema uno queda deshabitado.)
No sé si en cada puerta, cambian de estación los tiempos inexactos,
los discursos, las máscaras y las baratijas.
Con excepción de alguna alambrada, tal vez nada tenga excusas.
Debajo de la noche, siempre se pierde el sombrero de los adioses, el paraguas
indeciso del cielo. Advierto, de pronto, que los roedores son más siniestros
que la neblina. Escribo, simplemente, desde mi jaula…
Barataria, 06.XI.2014

sábado, 8 de noviembre de 2014

MOSCA

Imagen cogida de la red




MOSCA




En la mancha ilegible del confín, el zumbido de los tropiezos:
hacia el goteo del rostro, la mosca sobre el sexo del extravío. Debajo del lecho
de la muerte, la órbita sajada del paraíso.
(Toda hambre es un riesgo cuando se muerden las paredes; este reino
está edificado sobre huesos.)
En la cuerda floja de las marionetas, los días derruidos de los platos sucios.
Barataria, 04.XI.2014

viernes, 7 de noviembre de 2014

TILICHES

Imagen cogida de la red




TILICHES




No hay catecismo que valga para estos ensimismamientos ni otros credos.
En las repisas de la palpitación, los nombres del hollín con intención de ojo.
Cualquier tiliche es la otra cara de las fotografías de este mundo;
confusas intemperies traspasan la pared de cada pesadilla.
(Cada escama en la garganta es sombra implacable de todos esos objetos
con sabor a destiempo: en el sueño crecen los cachivaches y las baratijas
con su descomunal lepra petrificada.)
En la boca, la tiranía de todos esos objetos, el acecho y este reino de espejismos,
la vena rota de la tormenta en su propia inmolación.
Al despertar, siempre la larga fila del bostezo y su sabor de funeraria.
En los costados la prolongación de todas las impurezas, la inmersión
de lavatorios en la inmundicia, las rendijas que gimen en el enjambre.

(En este mundo ciego la videncia es necesaria. ¿Quién nos protege de esta fragancia putrefacta? ¿Quién propicia este fuego menguante? Cierto es el asco que nos queda del rastrojo. Ciertos estos maniquíes sajados del cielo. Cierto el aire enroscado entre las cobijas, el carnaval y la confitería de la estopa. Por  cierto, solo los cementerios pueden explicar las palabras cuando la memoria insiste en las máscaras.)
Barataria, 02.XI.2014

miércoles, 5 de noviembre de 2014

FÓSFOROS

Imagen cogida de la red




FÓSFOROS




De pronto se diseminan las luciérnagas y aprietan profusamente las sienes.
En el guacal de algunos cielos, el rebaño de ovejas del porvenir;
hacia las calles de la noche, el vientre de los cardos y sus lacustres venenosas.
En la jauría de la salmuera todos los disparos del cansancio, las arrugas
de los zapatos, los fósforos tenues de la dulzura.
Han bajado los sueños a inmolarse sobre las piedras, ¿quién duerme,
después de todo,  en medio de este hermoso paraíso? Ávidos fuegos, inmóviles
en las sombras, los ingenuos que se pierden también en la sospecha.
Siempre remotos los días alrededor de campanarios:
Sacudo los tiliches de mi propio sarcófago: los dictámenes de la sed, ahora,
son amarillos; el destino es violento hasta en la pequeña flama del albedrío.
(El horizonte a lo lejos como una mínima ventisca: todo es tan cierto cuando
el perro de la sombra hace temblar mi cuerpo de aullidos.)
Por si acaso, camino entre el luto amargo del barbasco…
Barataria, 31.X.2014

lunes, 3 de noviembre de 2014

TECHO

Imagen cogida de la red




TECHO




La calle enteramente a oscuras y la estación no ha dejado huella. Hubiera querido salir y retienen mi puerta. Sin embargo, allá arriba, alguien vela y la lámpara está apagada. Mientras que los reverberos no son más que sombras, los anuncios continúan a lo largo de las palizadas.
Pierre Reverdy




Derruidas las láminas no queda ninguna garantía sino invocar al cielo asunto que siempre acaba en  mala suerte: todas las semanas cansadas y tantos chunches viejos como la esperanza siempre me resisto a creer en la fosa séptica de la noche en las esquinas amenazantes en la parroquia que me da sacudidas de conciencia desde los viejos paradigmas de la rebelión de las semanas devolviendo las telarañas: no es una aventura mecánica uno acaba cercenado por estos juegos antiquísimos uno se funde entre la violencia y lo ilusorio de la almohada hacia fuera de la champa siempre lo inevitable del día nocturno: es terrible este jadeo de pájaro moribundo los absolutos que soplan ahora como una fiesta de cumpleaños nada es todo en este pequeño nicho de hacinado cementerio en esta pieza velamos todos el abandono entre tabaco y harapos enredados en el aliento no hay escudo ni mano benigna alcanzable sino esta suerte de sarcófago y el metal gris del smog en el que nos fundimos en el petate gastado de la lágrima aprendemos todos los absurdos (es una locura tanta boca y poca mesa elucubramos inusitadamente ante los potentados del poder) una locura y un peligro esta cama ecuménica de la muerte desde otras latitudes las casas con terrazas y ciertos abrigos que humillan a cualquier pordiosero por cierto que la historia me ha procreado luego la muerte esta señora latifundista de tanta piel marchita —cruzo la sed de los relojes y esa avaricia que de pronto se torna increíblemente fiera y lánguida ya he envejecido tanto junto a este taburete de granito: confieso este letargo de luz y el agravio que siempre busca un abandono solo puedo compartir el polvo de mis palabras soeces sin más dividendos que esta suerte mal hablada del desahogo ¿qué podemos esperar en esta región oscura innombrable a veces donde abunda el deletreo y la mala hora? respiramos los retumbos fríos de la noche mientras el pecho libra las obscenidades del alma cínicamente el cielo se nos muestra como arco iris y la basura como un testamento de nuestras convulsiones (vos) aquí siempre controversial impune ante los remolinos de mi infierno hundido en este embrollo de velorio privado de pájaros consumido en el dardo de la penumbra jamás desfila aquí el mundo que merecemos ni el alba en el bolsillo como hervor primero sino el imposible que desde luego carece de toda lógica a veces me arriesgo a pensar en las distancias en el desenfado del sol en alguna rosa saliendo de mi timidez me sorprenden las últimas élites y sus registros en bienes raíces: por supuesto ya he vivido más de medio siglo de historia y sé lo que pasa al otro lado de los entendimientos de norte a sur la profusión exótica de la patria y sus defensores conspicuos de oriente a poniente sucede igual: el cuerpo enceguecido de la historia y los mausoleos ascendentes del drama un día por cierto no estaremos en el olvido ni será irrevocable este infierno no seremos devotos partidarios de lo intrascendente ni carnaval del orbe ni abigarrados objetos sino simplemente días rescatados del desafuero…
Barataria, 30.X.2014

sábado, 1 de noviembre de 2014

BAHAREQUE

Imagen cogida de la red




BAHAREQUE




Nos divertimos mucho en nuestro pequeño pueblo
Vamos a edificar una nueva escuela
Vamos a elegir nuevo alcalde y cambiar los días de mercado
Estamos en el centro del mundo ahora estamos cerca del río
       océano que corroe el horizonte
Un poema es muy poca cosa.
Raymond Queneau




Mientras amanece el perro degollado del alba el débil paraíso en el cuarto de los ojos el tiempo que se amplía en los escarabajos a veces piadosos de lo inaplazable a menudo los absurdos me provocan nostalgias lo cómico los arrebatos de la introspección: dejo pasar el hambre de la idealización la mitología de la carroña los rostros modélicos en los rincones de la caja negra de lo ficticio resucito después de cada agotamiento en los resortes de las fotografías subo y bajo la marea de lo no permitido e insoportable muchos confunden el sectarismo con la toma de conciencia no soy diferente a las circunstancias siempre reparto mi trabajo entre la escritura y el divagar a ratos me quedo como maniquí escuchando a Muddy Waters a Stivie Ray Vaughan tarareo The sky is crying o The look at Little sister qué más da cuando veo el disparate de las hojas los ríos crecidos de las brasas y esa fea costumbre de la amenaza no puedo contenerlo titubeo trasnocho junto a ciertas obsesiones alrededor de mí las consecuencias de la soga al cuello los días ennegrecidos del infierno es absoluta la oscuridad en el bahareque de las semanas ¿alumbran las palabras como los focos como una astilla de ocote o papel periódico con kerosene? no es abstracción la insistencia del granito en mi pijama y en la alacena entro y salgo humanizado merced al botiquín de mis libros soy pequeño tan pequeño y aun así me alcanzan los arañazos las sucias toallas de la realidad de pronto cojo una tijera y empiezo a hacer trocitos de papel para luego aprender a leer lo contemporáneo las mariposas de neón de pronto golpeando mis ojos desde la distancia en la revista Forbes no hay penumbras sombras salvo la concentración de otras penumbras y otras tentaciones propias de lo suntuoso busco la luz para disolverla en mis manos y repartirla unitaria infinita inalterable despojada de facciones lo único cierto son mis brazos y mis ojos que vocalizan los discernimientos toda boca o cuerpo es inexistente en el vacío en el bolsillo frenético del maquillaje qué puedo encontrar mojo mi pañuelo por partes el agua en la emoción es abundante así explico la voracidad de estos días mis preocupaciones que desde luego carecen de arcoíris el polvo que recubre mis párpados la otra mejilla vejada también sin ninguna excusa entonces pienso en lo útil que son las baldosas y el grafito para desayunar mis impaciencias mientras abro el resuello de los autoritarismos me hablan las múltiples posibilidades de las pelucas otras cansadas semanas de bocas en la oscuridad veo perfectamente el horror y las celebridades que fabulan con mi respiración hacia la desnudez del papel en blanco esa sensación incompleta de las cirugías los traumas que provoca el absurdo el trabajo perenne del subterfugio al otro lado de la pared cualquier silencio nos da cuenta del tiempo y sus dolencias
Barataria, 27.X.2014