sábado, 31 de mayo de 2014

DIALECTO

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DIALECTO




Vuelvo al eco y a la querencia de aquella edad perdida. El pájaro del tiempo
y las calles me persiguen: ventanas, puertas, muelles y zapatos —embarcaderos
de la misma lluvia del extravío.
Al menos hoy, ya conozco la esquina profética de la miseria, las paradojas
que conlleva reír o tener hambre, la indiferencia de los pechos contritos,
esta suerte infinita de las distancias.
(En el tránsito, uno aprende a sobrevolar sobre los discursos y a reinventarse
desde la ciénaga de la noche. El mejor antídoto es desaparecer
de esas largas filas de la impaciencia.)
Más allá de los paroxismos, cada quien tiene su propia recompensa.
Barataria, 19.V.2014

viernes, 30 de mayo de 2014

ESPUMA

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ESPUMA




Como la espuma, este copo de barniz de la ironía. En las manos, la constancia
de lo efímero, el salto inminente del escombro.
(Ante el soplo de lo indecible, solo el páramo que recrea lo que permanece:
el tiempo y su escarnio, lo inminente y lo estéril.)
Siempre jugamos a ser nada en la fisonomía del sonambulismo.
Siempre oscuros como la flor ebria del país, como los discursos repletos
de filantropía, como el poyetón redondo del hambre…
Barataria, 30.V.2014

miércoles, 28 de mayo de 2014

ACEFALEA

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ACEFALEA




Ningún dolor de cabeza es más fuerte que el parto frustrado del poema;
según los días, la pirotecnia de los fanatismos cava en su propia zanja.
Barataria, 28.V.2014

lunes, 26 de mayo de 2014

HOY O MAÑANA

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HOY O MAÑANA




Ya libre de torbellinos, partiré junto al poema. Leves, las piernas;
desnuda el hambre hasta el desvelo final del aliento.
(Siempre se sobrevive cuando se tienen los ojos cerrados y el alma abierta.)
Barataria, 26.V.2014

domingo, 25 de mayo de 2014

ZONAS INFINITAS

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ZONAS INFINITAS




Ciegas las distancias, estas aguas heridas de la boca, el ojo ahogado
sobre la forma de la roca: los sentidos muerden la sed del mar y el fuego.
¿Qué otra posibilidad existe para las rutas incandescentes?
A menudo es siniestra la ceniza que anega las sienes, las ásperas astillas
de los cementerios, el absurdo de los jardines en el pantano.
(Alguien ha dicho el arte por el arte)
Yo persigo, por cierto, otras circunstancias: el silencio y sus substancias.
Del búho a Babilonia, hay sinnúmeros letargos, cerillos, platos, escritura,
crujidos como una noche sin órbita.
Sé, que en la agonía, muchas gargantas quieren ser Ulyses.
En el insomnio hay caídas y traspiés…
Barataria, 24.V.2014

sábado, 24 de mayo de 2014

POZO NEGRO

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POZO NEGRO




Llega un punto en que la tierra endurecida por los talones del viajero y en
el fondo molesta por su silencio, se esconde entre rocas negándose a dejarse
pisar. Entonces es cuando ante unos ojos atónitos se dibujan las cordilleras,
glaciales de gesto en colaboración con los desmelenados días del otoño.
Juan Larrea




Necio el tartamudeo de las confesiones siniestras la saliva que se clava en los platos percudidos o la mesa con todos los sobrenombres posibles: me llaman las semanas con su crónica de suicidios la desfachatez de los incineradores del alma ¡cuántas víctimas me duelen en el sueño! calles desfiguradas de amor con sicarios a la vuelta de la esquina las morgues anónimas en el espejo de los peatones (no hay tregua en la fuerza del horóscopo de los imanes ni en la tempestad sosegada de la garganta ni siquiera en los recuerdos de la astilla de ocote ni en esos extraños e inesperados golpes de pecho a la hora de la purificación) te me entregas abierta de herrumbre Aladino en la nostalgia de la polilla Sartre en los subways estáticos en la sal no obstante las pupilas de la ternura la placenta inmolada en la pira del invierno: duele toda esta doble música de la orfandad la ansiedad del silencio de los moscardones la soledad en el vagón del aullido los centímetros de exclamaciones cada vez que la cópula ciega el castillo de naipes del aliento vos en la piedra legendaria de la brasa inagotable renacida en la semilla del lirio que forja la primavera hay sed en el ala que puebla la brisa nombres barcos espectros del bosque esquinas manchadas del país iglesias descalzas ofreciendo su desnudez yo por ejemplo en el vómito de la tarde aquel pájaro comiendo heces seduciendo logaritmos y larvas siempre en la tentación de la horchata en el licuado de zapotes dejándome llevar por la idiotez frágil como el buen samaritano que todo absuelve es cierto: cada vez la luz es más estrecha y más demente el soplido de la oscuridad sobre el pétalo sucio del cielo los extraños días de la destrucción aúlla el grafito en el repello de las paredes aúllan los cráneos de las ventanas la fosa séptica de los periódicos lento el olvido para no participar del teatro ligera la calma para este trópico ¿en qué bejucos cuelgo todos estos años caducos la lástima la alegría los dardos el lenguaje de la altamisa el silencio desdibujado de la albahaca? entre mis fetiches tengo los trenes las calles los charcos una muñeca de trapo las fronteras la ventana cierva de mis ojos las rodillas que ya desechan cualquier piso (me muerdes el muñón de mi esperanza los calcañales del crepúsculo la mirra quebrada en el jadeo esas extrañas escamas del cadáver de luz que nos hermana) de pronto escucho el fermento de las aguas oscuras cuando caen al precipicio de la conciencia ¿sientes el escalofrío de las armónicas en la carne? el largo humo de las luciérnagas la bufanda eclipsada de las vísceras que Dios nos ilumine en el acoplamiento del vértigo en ese instante en que desatornillamos las cobijas y alquilamos paredes y horarios cuando no vemos no sentimos el bosque ni escuchamos el croar de las ramas de la mañana: todo es cierto en la medida que existe lo grotesco: vos y yo sombras uñas piedras cadáveres gestos de pronto simulados del padre nuestro grito en la balanza macilenta de la justicia ah estas largas gotas de semen sobre la orquídea de la noche en la ropa final de la desnudez ah los meses en el fieltro de la bruma en la obscenidad de la gula en el maniqueísmo de las interjecciones en los dobleces encorvados del vino tinto ambos por fin esperando el relevo del próximo domingo de aquellos absurdos que solo se atisban en las ventanas (ya hemos aprendido sin saberlo que en la lluvia perdemos el horizonte y que al tocar tierra nos abocamos con avidez a los despojos) allá la estatua de los sueños como una espada…
Barataria, 23.V.2014.

viernes, 23 de mayo de 2014

CUERPO

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CUERPO




Nado en el crujir de tus ausencias: el tren pinta poros verdes; en la travesía,
bajo hasta la ensenada de la irrealidad, aúllan los perros en las sombras
empedradas, aletea la piel blanca del hambre.
El cuerpo alcanza el sofoco de los latidos: deshilvana la bestia el desvarío,
(lo que ganan las manos, lo pierden las palabras, la ola en su marcha acoplada,
el centelleo del tallo en la lluvia.)
Cuando el ojo se desvela en el arbusto, mayor el follaje, los días agolpados
en la concavidad del océano. ¿Cuántos inviernos inundan los sentidos?
¿Cuánto mundo vaciando el vaso del fuego, mordiendo el cofre de la tortura?
En casa crece el olor de los pinos y la asiduidad del ave de tu ombligo.
Crece el rocío en las orillas del reloj…
Barataria, 20.V.2014

miércoles, 21 de mayo de 2014

LAVABO

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LAVABO




Este fermento de ebriedad, ha dado un salto hacia mis fuerzas, y auspicia,
bajo todos los climas y las horas, un gran concierto frío y una erosión inobjetable.
Julio Llinas




Después de todo los lavabos Aquiles y la Tortuga el camino la existencia o no de los relojes la claridad invisible que se convierte en ángel  es profunda la intimidad de no llegar nunca al ojo del sueño donde la noche pigmea el pelaje de la luna y el pecho salta como una rana en brama sobre las hojas y bejucos de la intemperie aúllo en presencia de los rastrojos aguzo el olfato mitológico de los espejos la manada de escopetas de la clarividencia cuando muero y no muero muero irascible loco sin jubilar las aceras gruño ante la contemporaneidad de los juramentos: lo único que me mantiene en pie es la dirección del cataclismo el nosotros como chatarra aparcada en el predio de las sombras ( “si alguno pasare por este puente de una parte a otra, ha de jurar primero adónde y a qué va; y si jurare verdad, déjenle pasar; y si dijere mentira, muera por ello ahorcado en la horca que allí se muestra, sin remisión alguna” [...] “Sucedió, pues, que tomando juramento a un hombre, juró y dijo que para el juramento que hacía, que iba a morir en aquella horca que allí estaba, y no a otra cosa. Repararon los jueces en el juramento, y dijeron: “si a este hombre le dejamos pasar libremente, mintió en su juramento, y, conforme a la ley, debe morir; y si le ahorcamos, él juró que iba a morir en aquella horca, y, habiendo jurado verdad, por la misma ley debe ser libre”. ) a menudo es solo cuestión de esperar los días bisiestos para acortar el calendario contar menos colgar los años en las paredes beber al revés la tormenta el agua llovida el chorrito húmedo del grafito de la noche: todo es como parece ninguna montaña se petrifica en los ojos salvo la caducidad que la encontramos en cualquier parte ahí donde los sistemas políticos ahogan el follaje y acaban de romper los platos rotos ¿a quién beatificamos después de las estrellas? ¿a quién erigimos en estatua sin haber alcanzado a Rimbaud a San Francisco de Asís sin haber culminado el estatus de cerrajero? siempre lo irresoluble es una cosmovisión de la falta de cobija o el hambre de la piel nublada en una cocina de leña no hay por qué echarle la culpa al espejo de la mala escritura toda escritura es aviesa perversa malvada como una tortilla con queso pero dejada ahí días enteros hasta que se endura debo confesarlo: hay palabras que me dan mala indigestión una ventana es un taxi o un tren un árbol de pronto invita al supermercado ciego espléndidamente ciego entre tantos espectadores del Hades mudo del circo de las rifas y las rebajas del amor de la infancia que juega con telarañas muy cerquita convaleciente de los hospitales delante de mis zapatos la planicie de las ruinas el confín de la ciudad con levita William Blake en la locomoción de las hormigas y otro que sin nombrarlo existe en muchas escrituras ajenas para entender los altares debo encenderle candelitas de todos los colores posibles a San Antonio de niño yo era el niño de Atocha después solo me convertí en figura animada de ciertas ebriedades ahora ya para qué no necesito vírgenes por cuestiones de practicidad y economía prefiero el zumbido de la sábana degollada de la intemperie aunque cada día deba quitar las larvas que suben a las sienes sucede que el desvelo tiene su propia epistemología vos mi materia ascendiendo  las ingles vos enroscada en el árbol de mis gemidos…
Baratara, 18.V.2014

martes, 20 de mayo de 2014

ENCUENTRO

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ENCUENTRO




Y sobre las aguas, avistamos el alto oleaje del mar en el sinfín.
Alguna vez caminamos sobre la espuma ensordecedora, sin entonces
percatarnos de la forma de la sal y los caminos: esos caminos descubiertos,
sin paredes, como antorchas en el pensamiento.
(El mendigo nos devuelve sus lágrimas, aquella noche de ríos sonámbulos,
aquel cerrojo de la sombra clavado en las pupilas.)
—Vos me sobrevivís escalando mi propia irrealidad, junto al perro
desvencijado de las rendijas, como otro juego en los espejos de los zapatos.
Cada día nos encontramos haciéndole muecas al futuro:
la película en blanco y negro nos hace reinventar otros paisajes.
¿Vendrá el horizonte a socorrernos del desván del crujido, de la tanta
gangrena acumulada? Ya lo veremos cuando arrecie la lluvia
y el país cambie de gafas y palabras e incensarios…
Barataria, 16.V.2014

lunes, 19 de mayo de 2014

MIENTRAS CAMINO

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MIENTRAS CAMINO




Olvido el cadáver de la noche y sus meretrices. Olvido las sirenas
y los atroces pájaros que muerden los ojos.
Mientras camino, relinchan los féretros bajo la deshora de las advocaciones
convalecientes de los hospitales. (En algún lugar, vos, impasible detrás
del árbol inmenso de los artificios.)
En alguna tarima las masturbaciones exceden a lo normal o resultan
espectrales frente al espejo. (En todo caso me he quitado el nombre 
para caminar sobre las fumarolas del polvo.)
Al fondo de la puerta de la inmolación la carpa o el suicidio…
Barataria, 14.V.2014

domingo, 18 de mayo de 2014

MARIPOSA QUE SE VA

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MARIPOSA QUE SE VA




En la piel se hunden las telarañas quemadas de las lámparas.
(¿Siempre hay que jugar a la tortura de las despedidas, a la pasión de los pies,
al ojo disparado por el goteo incesante?)
—Por cierto, uno nunca olvida las buganvilias que mueren, las hojas
en ruinas que contrastan con las palabras:
al pie del ala quebrada, el semen como un labio sin sed en medio del hambre.
Después, solo el fuego en la almohada y la lejanía,
los extraños tiliches del frío, el ruido enmohecido de las puertas.
A fin de cuentas, nunca supe cuando envejecieron las sábanas, ni la desnudez,
ni la tormenta, ni el misterio de todo lo soñado…
Barataria, 12.V.2014

sábado, 17 de mayo de 2014

SINTAXIS

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SINTAXIS




Entre la desnudez y la noche,  el hojerío de poros en las manos.
Casi siempre el bosque se adentra en el pecho, resuella la puerta de par
en par de la opulencia.
Siempre es así la tinta invertebrada del lenguaje: no importa cuantas
sombras se mastiquen en la vagina agitada del jardín.
Barataria, 10.V.2014

jueves, 15 de mayo de 2014

ARTE POÉTICA

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ARTE POÉTICA




En la opulencia del deseo, el moscardón,  adquiere fisonomía improbable.
Al unísono, un cementerio de luciérnagas, refracta el santuario
de la rama sobre la almohada del río. Debajo de la sábana, el mar…
Barataria, 09.V.2014

miércoles, 14 de mayo de 2014

PLENITUD

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PLENITUD




El oleaje ha crecido con su imaginario de horizontes.
En la lejanía, el tropel que alumbra a las gaviotas: beberé tu cuerpo
inmenso, siego de piel indescriptible.
Barataria, 04.V.2014

martes, 13 de mayo de 2014

PAISAJES INVENTADOS

Pintura de Viviane Domenge, cogida del FB de Hugo Sánchez




PAISAJES INVENTADOS




No es una pesadilla es un calor verdadero mordiéndonos la piel
una oscuridad no de lluvia sino de silencio
no de silencio sino de bestias que corretean invadiendo el aire en que vivimos
Fayad Jamis




En las mañanas el sermón del firmamento la exclamación absoluta de la boca sobre la mesa donde babean los pájaros el último cierzo de los paisajes inventados salgo cada día de los espasmos mientras en la garganta se instalan los minutos de la queja mortuoria del galope es cierto en el transcurso de las sábanas vamos acumulando manchas impúdicas calcetines sostenes cópulas dentífricos nombres desgarrados contracciones boleros colillas y puertos y antros que ya no nos sirven para una buena introspección sin duda hay días apremiantes y solemnes: la historia nuestra el poder son en conjunto lo más parecido a una piñata elaborada con cierta perspicacia y espectacularidad en este juego entra la respiración de la noche los salmos los proverbios los refranes los adagios hasta el punto de la verosimilitud a veces nos es útil el pasamontañas los muslos provocadores de las apuestas el fuego impuro de los mercados los ojos perdidos en la tinta china de los relámpagos ¿quién vale la pena después de todo? ¿cuántos tamarindos andantes husmean en las esferas del poder y desean además una estatua para consagrar sus hazañas? giramos alrededor de ciertas mortajas entre los contrastes de los lavatorios huérfanos de luz sacamos la cara en la noche en la roncha de los baches y los resoplidos sacudimos la conciencia y nos damos golpes de pecho a la hora de los banquetes pasitos aquí pasitos allá nos olvidamos del parto de los huelepega de la hostilidad de la mazmorra de la cama de pita donde ponemos la huesera de las costillas pienso en la aritmética y en las caras sin rasurar pienso en las tardes lampiñas y deshidratadas alguien gime en la casa vecina los ahoga el dolor o el gozo las telarañas con gorgoritos de altamisa pienso que este tiempo de crisis es indispensable: la realidad es más intensa que un simple semáforo en rojo más revuelta que el refresco de horchata o tamarindo me entretienen las quebradas con maquiligües las palabras necesarias que de pronto uno olvida las muchedumbres en los periódicos el monólogo de las dentaduras postizas  las efemérides y los eufemismos al punto de la conmiseración a falta de palacio los largos corredores de los portales  pertinentes a la tribuna libre y al gourmet dignos siervos somos del olfato de las facciones consecuentes con la mentira disfrazada de verdad aquí somos fieles aunque nos sofoque el hambre fieles al ratito acostumbrados a las contradicciones enamorados de las alfombras y a cierta ingenuidad (ahí en las vagas aceras de la desesperanza la compraventa zurciéndonos el alma vos hundida en mi ceño con un sinnúmero de traumas al punto de morder el sonido de la jaula ese turbio manantial inmutable del tiempo: de pronto vemos caer la lluvia de nuestros ojos luego el tiempo compartido de la desnudez el paladar agitado de las sombras la invención de los redobles mientras respiramos el vaivén en la caverna el pan que se convierte en campana) alrededor de las aceras ya no sé qué parecemos ¿transeúntes? es hora de repensar los senderos amor es hora del infinito todo lo improbable nos sorprende: imaginemos barcos y trenes en el portafolios de la ventana todo el desvarío de la escritura tu cuerpo establecido en mi vigilia los puntos cardinales hacia el sur del poema sagrario del tintero…
Barataria, 03.V.2014


lunes, 12 de mayo de 2014

SILUETA

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SILUETA




La luz, allí, donde crecen las pupilas. (Sobre la sábana, la superficie
de tu cuerpo, el rocío que hurga entre los minutos.)
Recién me doy cuenta que el aliento es el  tiempo póstumo de mi mundo.
Barataria, 03.V.2014

domingo, 11 de mayo de 2014

OFICIO

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OFICIO




A la orilla del cierzo, la forma transparente del ave en su rama.
Nuestro oficio es jugar con el aroma de las palabras, con el dialecto
de las resinas, y así escribimos páginas a lo largo del camino.
(Nadie puede adulterar la luciérnaga de la memoria, ni dispararnos en medio
de la letanía del viento: nacimos para borrar los límites del horizonte.)
Nacimos, digamos, para trabajar los ecos y borrar las telarañas de la tristeza.
Antes del atardecer guardamos el galope de las sombras;
durante el día los ojos escarban en las palabras: imaginamos manantiales
en el cuerpo del arco iris…
Barataria, 30.IV.2014

sábado, 10 de mayo de 2014

CERTIDUMBRE

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CERTIDUMBRE




Estoy convencido de que la herida en el costado es una flor o un camino:
en las manos del fuego siempre canta mi voz, el río de la desnudez
descuelga su claridad,
la caridad que descansa en cada peldaño de la escalera. (En el jardín de la noche, los jardines son inéditos, la sombra de barro que acaricia el cuerpo.)
En el negro manantial del tintero, el caballo tirado por suspiros, el eco
del mar calcinado en las aceras:
en la generación de mis ideas, el invernadero y sus circunstancias.
He cosechado las certezas en un trozo de metáforas, la verdad es una suerte
de irrealidad en la tartamudez de los pañuelos.
Confío en el poder de las palabras para exorcizar todos mis demonios.
Barataria, 29.IV.2014

viernes, 9 de mayo de 2014

EL TIEMPO

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EL TIEMPO




El que dude, antes de proseguir, debe llevar a cabo una sencilla experiencia.
Tome un revólver cargado y como jugando aproxímeselo a la sien,
inmediatamente sentirá el anuncio de una nueva primavera y el licuarse de
las piernas del mundo que se niegan a sostenerle. Si no dispone de razones
en contra, dispare, dé paso a su masa encefálica, distribúyase como el sol
al mediodía equitativamente, abandonando su orgullo de verticalidad. La
dulzura que en torno se extiende no es comparable sino con las violetas que
deja crecer una mano que se enfría. Una a una las banderas interiores irán
saliendo. Paz, Paz, Paz.
Juan Larrea




Es hoguera u oasis la página amarilla del horizonte desde donde se arrancan todos los claroscuros de la piel: en la ventana esta libertad marítima los relojes de sal en medio de las aguas de la luz un poco la fugacidad en la esquina de los parques de pronto la polilla gris en los faroles y las sombras que pasan como sombras abandonadas más allá de la linterna y mi esqueleto el teatro y lo que inusitadamente va acumulando la memoria: quizá nada recordemos ni tengamos las armas para desliar la teoría del reloj ¿envejecen las palabras igual que la sangre? ¿gime la carne ante el hierro de los espejos el grito cansado de las aceras? el tiempo es sed y mácula tiene úlceras y pústulas e infiernos esplendorosos el tiempo nos espía en la mesa de noche el quinqué con su mecha furibunda en los paraguas burbujea la sal del ojo la mano de incógnito de los tuertos quizá el bostezo en la danza del cuerpo quizá la soledad que nos produce el Estado a través de sus estructuras menguadas por el vértigo uno ve en la palestra los engaños zodiacales del espejo los semidioses platónicos el Arca insalvable de Noé las pesadillas en los apagones de la luna negra ¿en qué ceremonias Dios no está presente? cada oído vierte caracoles sonámbulos busco el nombre de los días inevitables la hora en que el silencio se despoja de su abanico danzante pienso que la almohada tiene alma ¿platicas con la almohada? la tinta tiene sus propio océano alguien me habló de la metafísica del instinto yo soy hombre feliz junto al perro que me acompaña a veces el miedo llega hasta el alfabeto en adelante evitaré la ambigüedad de las palabras del catecismo me cuesta entender a los oradores con revólveres y a los cementerios destinados al turismo me cuesta entender la fe sin un pájaros o una rama en los autorretratos siempre se puede intuir el nahual que acompaña a la sed me da pena mucha pena la demografía de las elipsis y del hipérbaton en esto también caben las cacofonías también la hojarasca cayendo al foso común de un vertedero (un día seguramente la decrepitud me hará genuflexo no es mentira cuando el apetito cuenta los peces en la atarraya y los psicólogos hablan de terapias y ciertas espinas de cauterios y los políticos de un plan de nación) desde el tejado es la misma historia de las estatuas uno ciego se las imagina tal los resabios sociales el tiempo es un laberinto en el tapial de la eternidad a veces la resignación es el ethos del subconsciente en su didáctica nos ilusionamos con la lejanía ¿quién se atreve a desnudar la ley del diluvio, la cultura de las armas desde la infancia? he aprendido a cuidarme de los vacíos existenciales de la pared que entrampa los sentidos entre las imágenes de las semejanzas y diferencias, el ave triunfa sobre la armónica del viento el cuervo es solo el instrumento de los adoradores de la cruz a través del tiempo me he quedado con la estética de los jardines digo con el imaginario doméstico de la vigilia no con los obeliscos de la impotencia ni con la vida a cuestas de los cangrejos (a veces creo que el tiempo nos nació enclenque) vos con tu vocación de disfraz el sudor de los relojes en el lagrimal y la humedad haciéndonos gárgaras en el ojal perforado del alma ¿quién vive sin la parodia de los alfileres en la pared fría de los determinismos? supongo que es la nostalgia quien se encarga de pintar de amarillo o sepia las fotografías este mar de zancos del ciprés salta la hemeroteca del anarquismo: me fascinan los contrapesos de las tormentas y su convicción de armadura férrea para combatir mi hoguera el tiempo es el mejor diseñador del destino quiero decir de este surtidor de paradojas si algo sucede es la mariposa de la muerte y la libertad absoluta de los sueños…
Barataria, 27.IV.2014