miércoles, 28 de abril de 2010

MURO SECRETO, EL VUELO ALZADO

El sueño abre las bujías de los pétalos. Muro secreto el vuelo
Que el ojo alberga en su trance de sed.
A menudo emprendemos viajes inefables. Viajes de aquí, allá.
—Viajes sin manos que auxilien. Pétalos de ventanas.
Autor de fotografía: Juan Santos Navarro






MURO SECRETO, EL VUELO ALZADO





Donde reina el silencio y el sosiego celeste,
¿Qué podemos hacer con tantos versos ineludibles?
NIKOLAI GUMILIOV






El sueño abre las bujías de los pétalos. Muro secreto el vuelo
Que el ojo alberga en su trance de sed.
A menudo emprendemos viajes inefables. Viajes de aquí, allá.
—Viajes sin manos que auxilien. Pétalos de ventanas.
Vuelo secreto, también, este que se emprende en los crepúsculos.
Muros y alas en la lección cotidiana del espejismo.
Siglos de acechanzas y disfraces. Siglos de noctámbula escritura,
Guardados en los cofres descalzos de los pasos.
[El poeta hace acopio de la fantasía en su desvelo. Cimbra sus ojos
En los espejos de la noche. Incauta la ráfaga de las luciérnagas.
Duerme en la penúltima hondura de las puertas.
Sigila el dardo de las perplejidades. Muerde el karma de su aliento.]

Uno sube y baja caminos. Anchos caminos. Redondos caminos.
Brama en ese nunca acabar los pasos. Aquí movida la garganta
Por el aire. Por el torrente salpicado de recuerdos.
Entramos a la espuma hendida de las aguas. A los brazos completos
De ese largo camino, —caras y noches y sudores y claridades juntas.
Respiramos el primer sudor del portento.
—Vos y yo, las palabras mudas en los labios. La lucidez suave
Del orgasmo, sangre alada del sonido. Sangre honda poblada
De puertas. Rostros que deliran en la palpitación de la altura.
[El poeta devora el toro de los vientos. Sobre sus hombros el Universo
Derramado, el amor de los amantes en la cintura de los pájaros,
La roca de la luz en los ríos del pecho. El seno sideral en los ojos.
El destino nacido en la lucidez de las gaviotas, —cielo y mar
Con su propia desnudez, espesor sin límites.]

Siempre besamos el hueco del pálpito. La tierra del éter. La nube
Del grito. Esta soledad espectral de los brazos.
Hacia los litorales del velamen, esta carne aquí en su misterio.
Noche de muros donde se levanta el Universo. Luz aérea la onda
Del suspiro, la brisa rutilante que cruza las paredes, la playa quedada,
Intangible, de la propia desnudez de las cábalas.
Antes de cruzar la ingravidez de la noche, el juego de las melódicas,
La total combustión de las armónicas,
El cielo hondo del beso derramado, los desengaños impasibles.
Antes, para el ya no estar aquí, intrincada transcurre la noche,
Los muros feroces de la bruma, el ojo de la infancia deslucido.
Después, la luz convocada para el vuelo. El rapto del aire,
Y hasta la misma plenitud de los pájaros en la mano urgente del cosmos.
Barataria, 18.IV.2010

lunes, 26 de abril de 2010

SUMA DE ECOS

Es fácil oír tantas voces sobre la espuma o la arena. —Al acecho
De uno mismo. Como un pozo de ficciones.
A menudo la lengua horada más que los cuchillos. A menudo,
Es la soledad la que avienta esa jauría de saliva letal.
Autor de la fotografía: Pablo Hernández







SUMA DE ECOS








Es fácil oír tantas voces sobre la espuma o la arena. —Al acecho
De uno mismo. Como un pozo de ficciones.
A menudo la lengua horada más que los cuchillos. A menudo,
Es la soledad la que avienta esa jauría de saliva letal.
A menudo es la propia consagración de la debilidad. La caricia
Incierta en el cuello, el corazón invadido por mapas ciegos.
Sin amor sólo hay desvelos y no maduran el rocío ni el bosque.
Es fácil que en la vigilia invadan las ansiedades.
Que el escombro, en cierto modo, se torne fantasía siniestra.
Es fácil amanecer entumecido por el vaho.
Por los viajes de las sombras sobre los tejados.
En lo recóndito de la lisonja hay fuegos fatuos, pálpitos serviles,
Umbrales inciertos que sólo la respiración desvela.
Quien tiene trazado su rumbo, no necesita de anzuelos ajeno,
Ni redes deslumbrante: hay quien inventa otros cielos para compensar
Sus complejos atavismos.
Hay quien sólo tiene confianza en la herrumbre.
Los ungüentos sobrenaturales acompañan su sombra.
Hay quien eructa su propia indigencia.
Se oculta de la luz feriada de los días. Del paisaje diurno de los nidos.
Hay quien es un cristal de devotos maleficios: —urden en el aire
Y avientan el cascajo de sus emociones.
Hay quienes jamás trepan escaleras y se queman en su propio fuego.
Hay quienes atardecen sin haber amanecido.
Caen en el vacío de su propia sombra.
El minuto les es dado para el veneno. Desconocen las ventanas
Y el bosque. Cosechan, después de todo, lo que siembran:
El despojo, la indiferencia, y no el éxtasis de las luciérnagas.
Es fácil no darse cuenta del tutelaje de los arcanos.
Es fácil el invierno de los improperios, pero no el Universo sin aromas.
Es fácil comer en boca ajena, guardar la ropa sucia
Y no lavar la conciencia. Cada quien es el fruto de su propio
Cuaderno, la absoluta flor del oleaje cotidiano.
Cada quien encarna su propio esqueleto, estatua de guijarros,
O el profundo resuello de Dios.
Cada quien es, aquí, ahora, no en el más allá, el vilano sobre el horizonte
O el escombro que se pierde entre la niebla del humus.
Cada quien se vuelve luz inmemorial o antorcha apagada
Según sus actos, según el aliento que lo resume…
Barataria, 13.IV.2010

domingo, 25 de abril de 2010

ACERAS CIRCULARES

Caminamos con el mismo disfraz de los anillos. Hechos de insólita
Mugre, quemados los nombres en el absurdo de los espejos.
Togados por el sudor de las aceras, —hollín de navajas
Como un jardín náufrago en los ojos.
Autor de fotografía: Pablo Hernández







ACERAS CIRCULARES







When the night has come
and the land is dark
and the moon is the only light we'll see
RAY CHARLES






Caminamos con el mismo disfraz de los anillos. Hechos de insólita
Mugre, quemados los nombres en el absurdo de los espejos.
Togados por el sudor de las aceras, —hollín de navajas
Como un jardín náufrago en los ojos.
[Sucede que de pronto me encuentro con Alicia hablando de gatos
Y perros y el lagarto Bill y la Oruga Azul. De pronto, también,
El carrusel de los tejados, los charcos de los ojos en el murmullo
De las aceras, y el pecho circular de la niebla.]
Suben los círculos oscuros a la garganta. A la huella doliente de siempre,
A ese despertar en el mismo sitio después de caminar a través
De las manos del azogue.
La misma rueda de caballitos sustentando los sueños.
La semilla sorda del ahogo. Las líneas redondas de la inclemencia.
Sonreímos a las ojeras mortecinas; jugamos la misma infancia
De las bóvedas; forjamos el grito en la perilla de los andamios.
En la sombra de los ojos, la hora cero de las jarcias. Permanezco
En la redondez olvidada del agua, —en el tacto que han dejado
Las pelotas en los terrones de los pies.
Este ir y venir en el columpio de la redondez, en las monedas desgastadas
Del sol, en el bostezo mudo de los ascensores.
[Sucede que al caminar por todos estos imposibles, pienso
En las aceras de países extranjeros. Pienso en vos con la nostalgia
De mis pupilas. En la pira subterránea que desvela los rescoldos.
Pienso en la misma lámpara de la trementina, en la orfandad
Que dejan los barcos en los muelles, en lo inevitable que es el olvido,
Cuando el calendario respira los mismos días de la semana.
Sucede que la respiración es una tormenta sobre las sábanas.]

Demencial resulta el entresueño en las aceras.
Las aceras de ayer y hoy sin olvido.
La vida dependiendo del cordón umbilical de la buena suerte.
Vamos. Venimos. Los mismos espejismos. Los mismos duelos y miedos.
Vamos. Venimos. El amor en su propia ergástula.
La vigilia al acecho del aliento. Esta redondez del clavo sobre la armadura,
Las nueces corrosivas del ansia,
El ala que no cesa en su obseso presagio de trasmallo.
Siempre estamos volviendo a la misma latitud del océano.
Siempre el charco convulso de los zapatos y los tejados.
Siempre azarosos con esta hambre de olvido. Siempre abriéndonos
Al mismo círculo de la locura: bocas, batallas inverosímiles…
Barataria, 11.IV.2010

martes, 20 de abril de 2010

ECOS DE LA MEUA HISTÒRIA PERSONAL-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Primer parlem de la fusta i les paraules. La boira en la fusta
penjada com un barrilet. La fusta del calendari i els robers.
La fusta del mar, les ones i els vaixells.
La fusta de ma casa d’aquells anys. La fusta dels dies,
Envaits per històries que foren fent-se molt personals.
Ilustración tomada de la red







ECOS DE LA MEUA HISTÒRIA PERSONAL
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó








Te desplazas, mi espíritu, con toda agilidad
Y como un nadador que se extasía en las olas,
Alegremente surcas la inmensidad profunda…
CHARLES BAUDELAIRE







Primer parlem de la fusta i les paraules. La boira en la fusta
penjada com un barrilet. La fusta del calendari i els robers.
La fusta del mar, les ones i els vaixells.
La fusta de ma casa d’aquells anys. La fusta dels dies,
Envaits per històries que foren fent-se molt personals.
La fusta benigna del silenci amb nits obligades i carrers a destemps.
La pell, així, s’ha estant omplint de memòries: unes com el sucre;
Unes altres com la salmorra, com el vinagre de rellotges foscos.
La fusta de l’amor penjada de les parets.
Els ulls de sempre sobre la foscor del cendrer.
La barra show de tantes conversacions inútils.
La fusta de la taula sense tantes gestes més que l’hospitalitat
I la nostàlgia. Més que la certesa dels coixins.
És clar, sobreviu l’ull dels petits records. Els maletins
De las emocions: —Baguls de traicions i desconfiances.
Intimitats amb les seues mateixes fotografies i cicatrius.
Les histories personals sempre es basteixen amb totes les fulles
De la pell, amb quimeres i preguntes.
Amb aqueix capoll de la respiració que s’obri tots els dies.
Ara parlem de les paraules. Les paraules com aigua i sabates.
Les paraules que respiren sons audibles, —les que fan profètic
El vol, les que resumeixen l’encens sagnant i armen els tendals
De la paciència. Aqueixes paraules sempre mullades, però no amb l’aigua
Dels ulls, ni a l’escaparate dels abocadors.
A la mida del viatge han estat cordials i pacients.
Pell a les finestres. Encara que, sovint, ornen boques buides.
Des de la meua infantesa les paraules començaren a ser balcons.
Comencí a viure entre confusos oratges. Entre freds de ciutat
A la intempèrie, en distintes cases memorables.
Entre una i una altra paraula, des del balbuceig, sé que hi ha esquerdes
Clandestines, sedentàries pols i lluernes. Ara mateix m’enfronte
A somnis fatus. A les paraules fosques de les emocions.
Ara mateix l’arc del cel de les paraules s’ha tornat mimètic:
Cada qui les vol anul·lar, les vol mossegar al seu albir.
Ara mateix la il·lusió les ha tornades un empori. I la consciència
D’elles les encoratja al parrac i a un migdia d’armes letals.
Les aprenguí al bosc i la fullaraca. En el misteri del trompitxol
I el barrilet, al riu circular de la sang, en la impaciència
Infantívola de les teules, en el quadern magistral de la honestedat,
No en el múscul malèvol de la nit. No al jardí, sovint,
Artificial de les lluernes.
Mentre muir, només m’agradaria tindre a la meua butxaca paraules
Innocents, pàgines en blanc de fusta, per a escriure un altre Univers.
Baratària, 18.IV.2010







ECOS DE MI HISTORIA PERSONAL








Te desplazas, mi espíritu, con toda agilidad
Y como un nadador que se extasía en las olas,
Alegremente surcas la inmensidad profunda…
CHARLES BAUDELAIRE







Primero hablemos de la madera y las palabras. La niebla en la madera
Colgada como un barrilete. La madera del calendario y los roperos.
La madera del mar, las olas y los barcos.
La madera de mi casa de aquellos años. La madera de los días,
Invadidos por historias que fueron haciéndose muy personales.
La madera benigna del silencio con noches obligadas y calles a destiempo.
La piel, así, se ha venido llenando de memorias: unas como el azúcar;
Otras como la salmuera, como el vinagre de relojes oscuros.
La madera del amor colgada de las paredes.
Los ojos de siempre sobre la oscuridad del cenicero.
La barra show de tantas conversaciones inútiles.
La madera de la mesa sin tantas hazañas más que la hospitalidad
Y la nostalgia. Más que la certeza de las almohadas.
Desde luego, sobrevive el ojo de los pequeños recuerdos. Los maletines
De las emociones: —Baúles de traiciones y desconfianzas.
Intimidades con sus propias fotografías y cicatrices.
Las historias personales siempre se construyen con todas las hojas
De la piel, con quimeras y preguntas.
Con ese capullo de la respiración que se abre todos los días.
Ahora hablemos de las palabras. Las palabras como agua y zapatos.
Las palabras que respiran sonidos audibles, —las que hacen profético
El vuelo, las que resumen el incienso sangrante y arman los toldos
De la paciencia. Esas palabras siempre mojadas, pero no con el agua
De los ojos, ni en el escaparate de los vertederos.
A la medida del viaje han sido cordiales y pacientes.
Piel en las ventanas. Aunque a menudo, adornen bocas vacías.
Desde mi infancia las palabras empezaron a ser balcones.
Empecé a vivir entre confusas tormentas. Entre fríos de ciudad
A la intemperie, en distintas casas memorables.
Entre una y otra palabra, desde el balbuceo, sé que hay rendijas
Clandestinas, sedentarios polvos y tragaluces. Ahora mismo me enfrento
A sueños fatuos. A las palabras oscuras de las emociones.
Ahora mismo el arcoíris de las palabras se ha vuelto mimético:
Cada quien las quiere anular, las quiere morder a su antojo.
Ahora mismo la ilusión las ha tornado un emporio. Y la conciencia
De ellas las alienta al harapo y a un mediodía de armas letales.
Las aprendí en el bosque y la hojarasca. En el misterio del trompo
Y el barrilete, en el río circular de la sangre, en la impaciencia
Infantil de las tejas, en el cuaderno magistral de la honestidad,
No en el músculo avieso de la noche. No en el jardín, a menudo,
Artificial de las luciérnagas.
Mientras muero, sólo me gustaría tener en mi bolsillo palabras
Inocentes, páginas en blanco de madera, para escribir otro Universo.
Barataria, 18.IV.2010

sábado, 17 de abril de 2010

HOSTE DE L’ATZAR- poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Ara sóc com els amants al patíbul de la saliva.
Com la llengua del suor als cabells d’Alícia.
Es necessiten monedes solars per a no envellir. O un afilat
Ull als colors del fluir dels calius.

Autora de la fotografía: Isabel Cebrián Vera







HOSTE DE L’ATZAR
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó







I couldn't believe, I couldn't believe you'd let me down
I just couldn't believe, I couldn't believe you would let me down
JOHN LEE HOOKER







Ara sóc com els amants al patíbul de la saliva.
Com la llengua del suor als cabells d’Alícia.
Es necessiten monedes solars per a no envellir. O un afilat
Ull als colors del fluir dels calius.
Batega la llum artificial dels metabolismes. Les anguiles
Rescoladisses a les peixeres, la butxaca bruta de l’anonimat.
En l’ofec de les mosques caben les mossegades dels embotits.
Un espera agafar-se dels baròmetres dels malucs,
Militar en l’encantament dels besllums,
Fins a desafinar la pell menstrual d’un Kafka al fons de l’aigua.
De segurs als fils de l’atzar no hi ha cabres nues,
Ni abelles galopants, ni putes cansades en el crepuscle.
De segurs, també, vagaregem en aqueix fang irreconoscible
De retalls de memòria, aigua assetjada pels viaranys de la llengua.
La lucidesa sovint ens enfronta als símbols,
A l’argila literal dels vitralls.
Als contrastos inagafables de l’esbufec, hi ha estufes de rugades
Vaguetats, i esquerdes d’estridència.
—De sobte ens tornem en l’aguaitant aleatorietat del guarum,
En aqueix oasi fatu de l’inversemblant.
En l’endevinalla del moment, llavem les olives de les finestres,
El tallaplomes de la set,
La comissura del deliri,
El balbuceig de la set desfent-se en les dents.
De sobte ens cau la frescor del sucre a les temples. La mamella
Autosuficient de la memòria, la contemplació interminable de finestres,
O aqueix prurit de Paradís a les nostres mans.
Oblidem que les certeses manquen de claustre. I que l’esperma
També engendra dimonis i compulsives ombres de avispes.
Oblidem la migdiada dels papirs i la lepra dels soterranis.
—Som en aquesta marinada de mobilidad aparent, l’obsés núvol
A les temples, aqueix embadaliment cec dels fonells
[o la brasa davall del comal.[1]
A la fi un no sap quins horitzons habita el rosegó,
Ni quina faisó té la lava als brolladors: —si de cas, només
L’instint, l’agua imaginada de l’acústica, sap de la gota espessa
Al costat. Si de cas, només la pols que es clava sense paüra
A les ninetes. Si de cas, només els muts que no tenen la necessitat
Del paraigües de les paraules per a gaudir la llum enmig dels enderrocs.
Baratària, 11.IV.2010


[1] voz que procede del náhuatl y significa utensilio de cocina tradicional//especie de disco de barro cocido que permite la cocción de tortillas etc...






HUÉSPED DEL AZAR




I couldn't believe, I couldn't believe you'd let me down
I just couldn't believe, I couldn't believe you would let me down
JOHN LEE HOOKER






Ahora soy como los amantes en el patíbulo de la saliva.
Como la lengua del sudor en los cabellos de Alicia.
Se necesita de monedas solares para no envejecer. O un afilado
Ojo en los colores del fluir de los rescoldos.
Palpita la luz artificial de los metabolismos. Las anguilas
Resbaladizas en las peceras, el bolsillo sucio del anonimato.
En el ahogo de las moscas caben las mordidas de los embutidos.
Uno espera agarrarse de los barómetros de los pezones,
Militar en el encantamiento de los destellos,
Hasta desafinar la piel menstrual de un Kafka en el fondo del agua.
De seguro en los hilos del azar no hay cabras desnudas,
Ni abejas galopantes, ni putas cansadas en el crepúsculo.
De seguro, también, ambulamos en ese fango irreconocible
De retazos de memoria, agua sitiada por los vericuetos de la lengua.
La lucidez a menudo nos enfrenta a los símbolos,
A la arcilla literal de los vitrales.
En los contrastes inasibles del resuello, hay estufas de arrugadas
Vaguedades, y rendijas de estridencia.
—De pronto nos volvemos en la acechante aleatoriedad del guarumo,
En ese oasis fatuo de lo inverosímil.
En el acertijo del momento, lavamos las aceitunas de las ventanas,
El cortaplumas de la sed,
La comisura del delirio,
El balbuceo de la sed deshaciéndose en los dientes.
De pronto nos cae la frescura del azúcar en las sienes. La ubre
Autosuficiente de la memoria, la contemplación interminable de ventanas,
O ese prurito de Paraíso en nuestras manos.
Olvidamos que las certezas carecen de claustro. Y que la esperma
También engendra demonios y compulsivas sombras de avispas.
Olvidamos la siesta de los papiros y la lepra de los sótanos.
—Somos en esta marea de movilidad aparente, la obsesa nube
En las sienes, ese embeleso ciego de los témpanos o la brasa bajo el comal.
Al final uno no sabe qué horizontes habita el mendrugo,
Ni qué hechura tiene la lava en los manantiales: —si acaso, sólo
El instinto, el agua imaginada de la acústica, sabe de la gota espesa
En el costado. Si acaso, sólo el polvo que se clava sin pavor
En las pupilas. Si acaso, sólo los mudos que no tienen la necesidad
Del paraguas de las palabras para regocijar la luz en medio del escombro.
Barataria, 11.IV.2010

jueves, 15 de abril de 2010

PREMONICIÓN DEL ESCOMBRO

Autor de la fotografía: Manuel Mata Oliver








PREMONICIÓN DEL ESCOMBRO







I'm worse at what I do best
And for this gift I feel blessed
Our little group has always been
And always will until the end…
NIRVANA








Alrededor del hollín nos volvemos pasajeros incómodos. Encontramos
Las sillas patas arriba de las calles, frágiles nombres aferrados
A la desmemoria. La noche envuelve la moneda de los sueños.
De pronto en pasillos de oscuras palabras, las puertas anclan
Su artificialidad de salmuera.
Alguien cruza hasta la obscenidad, el hábito del canibalismo y la alevosía.
Nadie duerme sustituida las banderas por el grito.
En las espigas del tiempo, la luna bebe los nudos mojados
De la espera. Bebe las sábanas con tantas escenas de sombras.
Los años de oquedad sólo sirven para prolongar la agonía, el tarro
Hundido del crepúsculo, la saliva sobre la piel, la miel agria de la piñuela,
El tamarindo desprendido de la piel,
El cordero oprimido de las arrugas, los dobleces esqueléticos
De los cuadernos, los fetos secretos en museos, esta inocencia doliente
En su trino. —Este barullo de fronda y viento y sal de hojarasca.
—[Rota la vena, se avizoran las heridas: el juelgo de miradas
Perseguidas. La mordida en el vacío del pecho. Los jardines de tu pubis
Que traspasaron los violines. La cereza de la lágrima anochecida
Por puñales. Las viejas depredaciones de las ardillas. El dichosofuí
Del sudor decrépito. La cercanía tan lejos de las tejas.
¿En qué oscuridad vive la muerte de las palabras? ¿Qué hangar
De mordiscos habita la Esperanza, los muslos que regué con la lengua
De la locura, con los sombreros de cada gota de azúcar?]
Ha llegado la tempestad de los pañuelos a los caracoles. Llega la noche
Con sus grillos, con el oído roto de las sonajas.
Ha llegado la noche como caballos sin estribos, como sofoco de arados.
Largas líneas de agonía braceando en la sed.
Aquí no hay ángeles que suavicen el pavimento o las calles empedradas.
Aquí boca abajo la ruleta rusa de la conciencia.
Aquí los breñales sin petates, aparejo de los ojos, sedimento de polvo
En valijas de olvidados pasajeros.
Aquí los dedos buceando en la última muerte. —la estación urgida
De los metabolismos, con los zapatos rotos del viento.
Aquí de pronto esponjamos la luz como la espuma, aunque
Los párpados caigan en el desatino. —Aunque todo sea, la hoja de sal
Lamida por el pecho. Aunque todo sea mercado de cactus
La nube ahogada en las campanas.
Aquí transpira el invierno de los muertos. Y ese barco del pecho
Que se lleva todos los suspiros. Aquí te quedas en pedazos de grito,
Mordiendo la trenza de los nidos, ese callar imposible que no cesa
En el sollozo…
Barataria, 10.IV.2010

martes, 13 de abril de 2010

SOÑÉ MEJOR LA PATRIA

La Esperanza se ha vuelto un féretro en la boca. El día, apenas, insomne
Juego de llaves, puertas sin aldabas, velorios donde sólo se recuerda
A los muertos. Sobrevivientes de taludes desamparados.
Ardemos de rodillas en el fuego. Ardemos en el hollín del desamparo.
Autor de la fotografía: Sergio Andrés García







SOÑÉ MEJOR LA PATRIA







Soñé
… mejor la patria
VICENTE ALEIXANDRE






Tan cerca de mi memoria la zarza del vértigo. La salmuera
De las telarañas. Esta tierra tormento de lápidas, golpe de lluvia
Exasperada en las sienes.
Solamente con analgésicos se pueden caminar rodos los senderos:
Las lunas arrebatadas al calendario,
Los jeroglíficos del sol a la intemperie, la pared ciega ascendiendo
Al lenguaje de los sordomudos: una a una la historia de las máscaras.
El rehén de piedras que somos, deshabitados cielos en el cuello
De los insectos. Sueños aún esperando la víspera de las ventanas.
Nunca salimos del muro indecible a la luz. Nunca de esta alta sombra
Del viento. Nunca del jardín de medianoche cegando las pupilas.
Todos los inviernos se juntan en el tecomate del invierno.
Remota la alegría para olvidar la tristeza. Amaneceres agonizantes
De la duda, solamente para la escoria en las manos.
No es la luz la que se cierne sobre la lengua de los litorales. No lo es.
No es el arado el que murmura sobre los guijarros.
La Esperanza se ha vuelto un féretro en la boca. El día, apenas, insomne
Juego de llaves, puertas sin aldabas, velorios donde sólo se recuerda
A los muertos. Sobrevivientes de taludes desamparados.
Ardemos de rodillas en el fuego. Ardemos en el hollín del desamparo.
De un tajo los ojos en el vertedero, la trama oscura en las pupilas.
No sé si la historia es esa travesía de los sueños, ese abismo de peces
Sajados en la noche, esa herida tallada en la emboscada, los dientes
Mordiendo los espejos de la intemperie.
Nos hundimos en las aguas de los féretros. El terror roto, vaciado
De los escaparates, el reverbero de los huesos como un tapiz de sucesivas
Muertes. Los álbumes sustraen el terror, el polvo inhóspito de la breña,
Los días rotos de los mecates,
La sombra sin olvido, cavando cada vez, en el umbral de la mesa.
Soñé mejor la Patria. Soñé los días sin idolatrías. La piedra de moler
Cifrada en cada abanico de las pupilas.
Soñé mejor esta Patria. No en la tormenta del espejismo. No en el aullido
De la ficción. No en la hierba del grafiti colgando de la garganta.
No en el cuarto oscuro de la soledad. No en el gastado tatuaje de aceras
Inciertas. No en la catacumba de humedad siniestra.
Barataria, 08.IV.2010

domingo, 11 de abril de 2010

VENTANA ÍNTIMA DE ESPEJOS

Ilustración tomada de la red







VENTANA ÍNTIMA DE ESPEJOS








Estoy todavía a medio camino,
tal vez alguien esté más allá
JULIO TORRES-RECINOS







El pecho no conoce otras ventanas, sino este sinfín de la luz
En los espejos. Ese lenguaje desfondado de la ceniza.
Esa otredad que acompaña mis sueños y los tuyos: —el trino dulce
Trepando a las ramas del corazón, tocando la imagen de lo íntimo.
[Los pájaros tocan la armónica del cierzo.
Asciende el ojo hasta perderse en el armario de las hojas. El bosque
Con sus meses sonámbulos, la pupila reciennacida del cielo,
La rama de cilantro evaporada en la mesa.
En cada pupila guardo gotas de tu cuerpo, —desvelo la cortina
De los espejos, cojo con mis manos la piedra del desvelo.
Dentro de la taza del horizonte, cabe el papel manila de tus piernas.
Caben las enredaderas de la sangre. La madrugada desnuda del espejo.]

Pero también los espejos tienen riesgos intrínsecos:
Esa fatiga de añadir falsas imágenes al entusiasmo. Aprehender
De pronto, las alianzas de la utilidad, actuar dentro del cubo
De las musarañas, absorber sin tónicos los pedacitos del día.
De pronto avanzamos hacia emociones heredadas: el buitre de la lágrima
Sobre el lomo del escarabajo, la unidad monótona de la coagulación,
Los fantasmas irreparables de la zarza,
El arado amorfo del búho,
Ese traslucir el semen en los élitros de cada palabra.
De pronto, el ojo palmípedo de los tragaluces. La mujer sostenida
En mis cicatrices, la nonagésima sombrilla en las plumas de los vilanos.
Existo en la Tabla de los huesos. En el intelecto del pudor,
En la hojarasca demasiado densa de los papaturros,[1] en el sudor
Cuadrado de las guillotinas, —en el sueño que escapa sin reposo
De la ceniza. El pecho, a menudo, es su propio patíbulo.: halla
El extravío en la lengua de los sostenes. Sucumbe en el vestíbulo
Del sexo. Atraviesa la caverna del abrojo, cruza sin sandalias el zócalo
Del cardo, los pedestales de la lágrima,
Y el gusto postrero de los vidrios. Aquí confirmamos la antípoda
De la lógica, el necesario cielo de lo subterráneo, los dobles cabellos
De la imagen, la boca soberana de los días inexplicables.
De pronto la ventana es una noción de horizontes inconclusos,
Caballos de sal mastican las tempestades. Ataúdes provocan
Sacerdocios, imposibles arrastran logaritmos de confusas crines.
De pronto, vivir es más o menos que esto. Se vive o se muere, por defecto,
Al galope. Resignados a la espera agonizante, junto a la viuda negra
Del dolor, a la diáspora de los nidos en su oficio teatral.
De pronto, vivir, se nos ha hecho un dolor de cabeza:
Descendemos sin analgésicos al descuaje de las embarcaciones,
Al Torito pinto [2] del aliento entre las brasas…
Barataria, 04.IV.2010




[1]En El Salvador, fruto comestible del árbol llamado tigüilote, cuya pulpa blanquecina, es dulce y ligosa.
[2]Título de una danza folclórica de El Salvador

viernes, 9 de abril de 2010

MEMORIA DE LA DUDA

Nada es cierto de lo que uno guarda con sigilo en cajitas
De cerillos, en las gavetas donde sólo cabe la polilla.
Las ventanas, ¿traen luz para el cuenco de mis ojos?

La EsperanzaPuede, acaso, con todo el río desbocado del pecho.
Eduardo Manet







MEMORIA DE LA DUDA







…es justo en la mentira ser dichoso
quien siempre en la verdad fue desdichado.
JUAN BOSCÁN








Nada es cierto de lo que uno guarda con sigilo en cajitas
De cerillos, en las gavetas donde sólo cabe la polilla.
Las ventanas, ¿traen luz para el cuenco de mis ojos? La Esperanza
Puede, acaso, con todo el río desbocado del pecho. ¿Qué nos queda
De todas las certezas, de la panela de dulce verde en la lengua?
¿Del picaflor que atraviesa el corazón del polen?
Ninguna certeza es como hoy, mañana o ayer. La duda siempre
Queda en las axilas del alba, en la bóveda mineral del sexo, en la claridad
Del ojo ciego sobre el seno, en la soledad del macho o la hembra.
Ninguna verdad es cierta si no se pone la otra mejilla;
Queda en la memoria el rumor de los latidos.
Cada sangramiento es la certeza de la duda, la prolongación de las aguas
Del océano, el mundo nuestro aferrado a los deletreos.
Siempre amanezco en la lección de las sombras.
La costumbre es subir los sueños en escaleras. Aprender de la fragilidad
Del hambre, besar la herida sinuosa de las calles, morder la Gracia
De los clavos en la piel, venerar este mundo cedido a la noche.
Todas mis dudas son certezas. Todas mis dudas son memoria
De ese estar en el sueño que no fenece en la oscuridad.
—Alguien reprueba mis calcetines y zapatos. Mis girasoles en los ojos.
Llevo años arrastrando esta bóveda de espejos.
Nada ha cambiado, excepto las preguntas, las alas desencajadas
De las pupilas, el hartazgo de los pantanos de mi pecho.
He sabido atracar en odres durables. En la lija de diferentes noches,
Y he atendido las pesadumbres del engaño.
Ahora sólo quiero la hierbabuena de todos los herbarios. Morder el dorso
De la alegría, arrimarme al fogón de los relámpagos.
Ahora, después de todo, quiero bañar con ruda mi infancia:
Vomitar los maleficios, hacer una limpia de estrellas.
La duda siempre ha sido un abrazo convulso, cielo de espectrales
Nacimientos, una ciudad donde la verdad no parece tangible.
Muerde deshaciendo las cucharas de las creencias. Muerde el cuero
Del deseo. Camina en la soledad de las palabras.
Recuerdo los dientes del pálpito Masticando el asombro, los pájaros
Sin linderos volando a ras del cielo como la hierba abrasada
Por los cascos invasores del fuego.
La duda de pronto es mi propia memoria, el brillo rutilante
Del calendario en las paredes de la conciencia…
Barataria, 03.IV.2010

jueves, 8 de abril de 2010

CRAYOLA DE PÁJAROS LAS SIENES


Autor de la fotografía: Guillermo Fernández Corroto








CRAYOLA DE PÁJAROS LAS SIENES








Men and people will fight down (Tell me why!)
When ya see Jah light. (Ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha!)
Let me tell you if you're not wrong; (Then, why?)
Everything is all right. So we gonna walk - all right! -
through de roads of creation:
We the generation (Tell me why!)
(Trod through great tribulation) trod through great tribulation.
BOB MARLEY









Así el gozo en el pecho, crayola de pájaros en las sienes.
Así las sienes, desnudo cielo de las sombras.
Así las sombras, acuarela gris alrededor del viento.
Así el viento, hamaca donde el césped prolonga su monólogo.
Así este monólogo, agolpado abanico en las arterias.
Así las arterias, alígeras enredaderas sobre la piedra de la desnudez.
Así la desnudez, vegetal abierto a mis pupilas.
Así las pupilas, sábana hecha de agónicos alientos.
Así el musgo en la metamorfosis de los huesos, el escupitajo del cielo,
La puerta de los rascacielos, el escaparate de los colores en los árboles,
El calor abrasador de las piedras.
Suenan sobre el papel calcinado las heridas.
La trementina convulsa en la lengua, el eco de los peces en la atarraya,
El horizonte visto desde una escalera. Un invierno de gallos
Colgados en los alambres del humo, crayola gris aferrada
A las costillas. A la tropical boutique de la garganta. Al estamos
Sofocando el vuelo en lavatorios.
Así se nos presenta la fisura de los abrazos. El sol con encajes
Galopantes, los jinetes de toros descorriendo las cortinas.
Un día nos volvemos guardianes del follaje, hormigón de luces
Las luciérnagas en la esquina de los torbellinos.
Un día lamemos las estatuas con sonrisa cínica. Otro día olvidamos
La sal en el pan, el azúcar de la luz en las ventanas.
Rasgamos la porcelana de la esperma; escalamos el altar del ovario
Ancestral hasta olvidarnos de las semanas.
Envejecemos buscando la otra mejilla de las ventanas, la habitación
De las vitrinas, el oficio de nacer en la Pascua del fluir, fieltro
De los lavatorios.
Los colores se pierden, descoloridos, en las manos del asfalto.
Claramente anochece en el surco que hemos trazado.
Así venimos a este mundo sin el equilibrio necesario.
Así, necesario, es caminar sin perturbaciones en los ojos.
Así, en los ojos, el mar repite las olas en caracoles de vastas cucharas.
Así la combustión no necesita de resortes.
Así el vaso que contiene el pulimento, es ungüento firme para anidar
El alado azúcar del vuelo.
Así en el nido de la sed, es posible la unidad de las semillas,
El universo de cada mano, el loto esencial del cierzo.
Así el gozo en el pecho, crayola de pájaros en las sienes
Tiene su resuello no en el desvelo, sino en la palabra…
Barataria, 02.IV.2010

martes, 6 de abril de 2010

PREMOCIÓN DEL TRÁNSITO

Líneas de la vigilia en el candil del trino, latidos que cambian
En el sueño. La sed de los zapatos a las sienes,
Las aguas junto a la pasión de los barcos.
Autor dela fotografía: Ramón Sánchez Días








PREMOCIÓN DEL TRÁNSITO








Albergo, es verdad,
dioses sin nombre.
Sombras informes que vienen y van
y edifican nuevos templos diariamente.
JAIME AUGUSTO SHÉLLEY







Líneas de la vigilia en el candil del trino, latidos que cambian
En el sueño. La sed de los zapatos a las sienes,
Las aguas junto a la pasión de los barcos.
En la vela de las llaves no caben los fetichismos, ese señuelo de pañuelos
Que avienta la sal a deshora del calendario.
Cada quien intuye los símbolos sobre el cierzo de las ventanas.
Madura así, cada peldaño en la brecha. No valen ansiedades ni paredes.
No vale el ojo tuerto de los remordimientos.
Aunque parezca extraño, la luz se lleva en las sienes.
Sin trenzas de ajos y cebollas que valgan, las parábolas trasiegan
La saliva, ráfaga de ocote íntima en el tránsito. Ráfaga, sí, de las estrellas.
Caminar requiere de cierta fluidez de la sangre, no de aspirinas
Para flotar en los idearios.
Uno siente que las pupilas se adueñan de nuevos calendarios.
La vida es ese viento que nos va hablando de las realidades, de ese otro
Día apenas perceptible, gris que cede al arco iris, jornada de pronto
Bifurcada por los múltiples senderos, las ramas del alba, profundas
De la clarividencia. —El cuerpo toma su forma: pájaro en la colina
Iluminada, el respiro espeso de los roperos.
Quien acecha sabe los jardines que hay al otro lado de la sed.
Quien cuenta sabe los dígitos del fuego y los sombreros.
Quien no duerme ve en la vigilia pasos y sábanas y matices.
Quien camina sobre la ceniza, conoce el fermento de las gaviotas,
Los dedos de las horas innumerables,
El paso del agua sobre la acera de la voz, el estertor de la penumbra,
Los caballos crispados de las herraduras, los gallos tragándose
El cierzo, el agua aspirada de los sedientos…
El murmullo de los clavos no puede quitar las sienes del desván.
La intermitencia de las almádanas no puede no puede con su percusión,
Contra la tempestad del bosque creciendo en horizonte.
De pronto el yagual del asombro se vuelve invisible: —la conciencia
Es una brasa frente al granizo, íntimo hogar del ave.
De hecho sólo lo sabe el pan de las campanas.
De hecho el alma sube en paraguas. Osada semilla del hálito.
De hecho no se necesitan crucifijos para entrar hasta el fondo al río
De la substancia, ni de equilibrismos para sostenerse en la trenza
De la lucidez, ni espátulas para remover la espuma,
Ni cerillos para enjutar los féretros.
Es suficiente, saltar las bóvedas del espectáculo y quitarle
El hedor a las onomatopeyas…
Barataria, 01.IV.2010

lunes, 5 de abril de 2010

PANAL DE LA AMBIGÜEDAD

Me trajeron libros y discursos y los tiré al fuego. La metafísica
Del caos es más cierta que las mismas vallas publicitarias.
Uno ríe con la crueldad del insomnio que producen los zancudos.
Al cabo las sábanas y las habitaciones son fugaces
Para quien no cree en el desvarío de los teoremas.

Autor de la fotografía: José Fernández García







PANAL DE LA AMBIGÜEDAD







All in all it’s just another brick in the wall.
All in all you’re just another brick in the wall.
PINK FLOYD, [THE WALL]






Me trajeron libros y discursos y los tiré al fuego. La metafísica
Del caos es más cierta que las mismas vallas publicitarias.
Uno ríe con la crueldad del insomnio que producen los zancudos.
Al cabo las sábanas y las habitaciones son fugaces
Para quien no cree en el desvarío de los teoremas.
Me he topado a diario con la figura retórica de los cuchillos,
Con la elipsis de las puertas a la hora que se necesitan.
Trepa el aliento de la albahaca a las sienes, azor de cacerolas la alacena
Del azogue, los cuartones mullidos del minuto,
El cántaro sudoroso de los espejos, esta doble alegría de los retratos
En sepia, el cofre del papel disuelto en la piel.
En el nudillo del remanso, los adobes cartesianos de la piel.
Hay que ponerle esparadrapo a los desfiladeros. —Al trasluz, el mechón
De la neblina, la lata crepitante del aullido,
Los acordeones de la espuma adelgazando la canción de las piedras.
Los desastres son tan ciertos como el jadeo desbocado del gozo.
La irreverencia es la única vía para traspasar los rieles fríos
De la beligerancia, las banderas húmedas de los calcetines, el papel
Cebolla de la esperanza, el ajuate en la barbilla de las ingles.
De pronto uno ya no sabe dónde maduran las palabras, en el pecho
O en los escaparates de los mercados sobre ruedas.
Lo cierto es que la niebla borra calles y fotografías. Borra los andenes
Y la esquina del encanto, el parpadeo de lluvia sobre los poros.
Borra el portafolio de los párpados,
El taxi de los paraguas funerarios,
Los pañuelos olvidados de los semáforos, la bufanda de los apremios,
La tapicería del hollín sobre la cara.
Lo cierto es que la luz borra toda claridad posible. Duele la solidez
De lo intangible, el manubrio traslúcido de los colchones,
Esta Nada de los lamentos extendida en la liturgia de los acantilados.
Del barranco de la tristeza cuelgan las palabras más transparentes.
La bóveda de los amarillos afeita la eternidad. Siempre la hoja furtiva
Da tumbos como un pájaro alcanzado por el plomo.
—Ríete si quieres de esta mayéutica babilónica. De la circulación
Sospechosa de las osamentas, de la concurrencia de las bicicletas
Sin pudor ni gloria. Ríete de los ojos atascados en las azoteas,
Del desastre erudito de los gallineros,
De los mensajes inconclusos que salvarán el mundo. Ríete con el humo
Del hip hop, ríete de la nueva condición de las palabras,
De la verdad infalible de los falos, de la ternura del miedo que provocan
Los relámpagos. Ríete de los témpanos de la lealtad,
Ríete. Ríete. Ríete. Ríete.
Ríete de los cofres infinitos de la salmuera.
Ríete de esa desnudez de lagarto de las horas paralíticas.
Ríete en el océano hundido del mimbre.
Ríete de este perro mugriento de las escaleras. Ríete. Ríete…
Barataria, 30.III.2010

domingo, 4 de abril de 2010

HISTORIA DE TU CUERPO

En la distancia la memoria se llena de vestigios. Carne tuya
Y mía, el yagual de los poros en la boca,
Esa historia ahí, sólo desvelada por el trueno, hálito petrificado
En mi subconsciente.
Ilustración tomada de la red








HISTORIA DE TU CUERPO







Algo debe morir cuando algo nace;…
TOMÁS SEGOVIA






En la distancia la memoria se llena de vestigios. Carne tuya
Y mía, el yagual de los poros en la boca,
Esa historia ahí, sólo desvelada por el trueno, hálito petrificado
En mi subconsciente.
Historia de los dos, combustión de aquellos cuerpos cálidos,
La boca ávida sobre el vientre, piel entregada como metal fundiéndose.
Te veo ahora, sorda, empapada de silencios.
La noche entró en tus pupilas.
Ahí en el índigo de este cielo, tus muslos tendidos en la brisa.
No supe retener en el pecho la brasa de los amantes,
El labio sumido en el azúcar de tu ombligo,
El hilo de la risa sobre tu piel humedecida.
Hoy, sombras que a tientas se buscan en el sueño. —Sorda distancia
En la proximidad de la noche. Casi desvelo este oficio de vivirte.
Hoy, cuando escribo la imagen pendular del azar, el aroma terco
Del destino, tu piel vigente sonriéndome en la tristeza.
Puedo oírte desde la planta de los pies hasta la boca, eras así,
—Tierra líquida, caracol abierto en mis lóbulos. O yo un torrente
Sobre tu cintura, cuerpo del gozo.
Nacías apenas a la vida cuando el trino descendió a la llama:
Fuiste la luz augural del alba,
Mesa ardiente de la fantasía, pilar de la dulzura en los días
Más oscuros del País, rama de mis zapatos, mantel de jade, ese asombro
De palpitaciones ávidas sobre tu cuerpo.
Hoy, a tanta distancia de la miel, me toca evocar entre la neblina,
Tu pecho de césped y tus ojos de azúcar, la cobija del pan,
El invierno íntimo de tu aliento, el inefable ámbito de la tibieza,
Ávida religión de los geranios en mis ojos.
La historia no borra la pasión de aquellos años, ni gasta los espejos
Sobre el desván de la memoria, sólo te respiro en mi designio,
Racimo de agua en mi pecho,
Literalmente alacena en mi garganta.
Junto al calendario, el oleaje de cuerpo, el de entonces,
El de siempre, el impaciente pétalo escrito en el pecho, el furtivo
Lienzo de los poros, embriagada desnudez de la transparencia.
Hoy, sin embargo, razonamos sin márgenes de error la propia historia,
La respiración de aquella llaga,
La espera que horadó los labios,
La razón que para sentirte es otra cosa: hay nostalgia desde que
Amanece, siempre el apego pulsante a tus manos,
La primera estrella viva en tus pupilas,
La madeja de viento que vivimos entre los pinos, dentro del río
De la sed, trascielo de nuestra sangre y deseos.
Ahora rige, desde la distancia, el manual del estupor, mientras
Hojas y semillas siguen audibles en mis oídos.
Con todo, acechas estos párpados atónitos del calendario.
El traje matinal de la saliva, este vaho que animan los espasmos,
El ciego cuerpo de la lascivia…
Barataria, 29.III.2010

sábado, 3 de abril de 2010

PERPLEXITATS DE LA NIT- poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Sempre la incertesa mossega els retalons, —les cadires redones
Del destí, els plats peridors del fang.
L’ham dessagnat de les paràboles, la molsa cremada
En la inclemència d’aquests dies, herètic amor per les ferides.
Ilustración tomada de la red








PERPLEXITATS DE LA NIT
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó








Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra ignorancia,
toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
THOMAS STEARN ELIOT







Sempre la incertesa mossega els retalons, —les cadires redones
Del destí, els plats peridors del fang.
L’ham dessagnat de les paràboles, la molsa cremada
En la inclemència d’aquests dies, herètic amor per les ferides.
Bull als porus el pàlpit dels tatuatges, el desvetlament lliurat
Al rovell, la pàgina de l’orient amb segles d’abisme.
Només la follia m’absol d’aquest fred, tortura la vena trencada del desvariejament,
El mocador en la seua mullada salmorra.
Cadascú sagna en la fugacitat del calendari,
Posmodernitat del descoratge, plaga íngrima en la consciència,
On la llenya agonitza en el seu mateix designi.
Cada rellotge depreda l’alé, —és ahir, hui, el desvariejament, el minut
Embegut de l’esfera, el casc mut dels congostos,
La possibilitat de l’horitzó en la remor de les pedres.
La nit torna la soledat estranya de l’inagafable, joc inevitable
De sagnar en les aigües bellugadisses de la tendresa.
Damunt dels braços vençuts de la saliva, la sang premuda de la vexació,
La quaresma en l’orfenesa redona dels ulls.
Tot és depòsit de boira en la boca miserable del deliri.
Els grills dissipen la glopada dels camins, la despulla dels hisops
Suplicants, el fluir esqueixat de les paraules.
—Som de sobte l’horitzó buidat dels itineraris,
De cas el malson del fanal,
El temps cec dels còdols, el clivell de l’arcà, el rostre
Anònim de la vigília, crit de la pols als ossos.
Al voltant de la ferida, la vertadera nit de les lluernes,
L’astrolabi sense rituals, l’udolament damunt de la pedra fosca. Oferesc
A aquest No-res un got d’aire, l’afany del vertigen, el ventall de l’ocote.
Sorgeix l’aguait com el vinagre dels ganivets, el laberint cec
Del Planeta, —la ruda atapeïda, fosca de les ombres.
Ha sigut una vida sencera el somni total de les llànties: aquesta sensació
De boirina incurable, líquid alambí del secret.
Ha sigut la captivitat dels ossos en la flama, la obliquitat del pòl·len,
La mà enfollida en la sal feridora,
L’àmfora dissemblant de la balança.
La incertesa ha sigut l’ídol de la carn, —el presagi amb teules
De l’enigma, l’arrel trencat de l’engrut, la carícia dels dards.
L’ull no descansa als rellotges, on ets amb l’anell de l’endevinalla,
Porta endreçada en els meus aleteigs, principi d’aquesta esquerda d’espines?
On espurnes per a llavar la meua foscor? On? On?
On gotegen llum els ocells,
I aquest cos suat del llenguatge?...
On?...
Baratària, 29.III.2010








PERPLEJIDADES DE LA NOCHE








Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra ignorancia,
toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
THOMAS STEARN ELIOT









Siempre la incertidumbre muerde los calcañales, —las sillas redondas
Del destino, los platos perecederos del barro.
El anzuelo desangrado de las parábolas, musgo quemado
En la inclemencia de estos días, herético amor por las heridas.
Bulle en los poros el pálpito de los tatuajes, el desvelo entregado
A la herrumbre, la página del oriente con siglos de abismo.
Sólo la locura me absuelve de este frío, tortura la vena rota del desvarío,
El pañuelo en su mojada salmuera.
Cada quien sangra en la fugacidad del calendario,
Posmodernidad del desaliento, llaga íngrima en la conciencia,
Donde la leña agoniza en su propio designio.
Cada reloj depreda el aliento, —es ayer, hoy, el desvarío, el minuto
Embebido de la esfera, el casco mudo de los desfiladeros,
La posibilidad del horizonte en el murmullo de las piedras.
La noche devuelve la soledad extraña de lo inasible, juego inevitable
De sangrar en las aguas movedizas de la ternura.
Sobre los brazos vencidos de la saliva, la sangre apretada del vejamen,
La cuaresma en la orfandad redonda de los ojos.
Todo es depósito de niebla en la boca miserable del delirio.
Los grillos disipan la bocanada de los caminos, el despojo de los hisopos
Suplicantes, el fluir agrietado de las palabras.
—Somos de pronto el horizonte vaciado de los itinerarios,
Acaso la pesadilla del farol,
El tiempo ciego de los guijarros, la grieta del arcano, el rostro
Anónimo de la vigilia, grito del polvo en los huesos.
Alrededor de la herida, la verdadera noche de los tragaluces,
El astrolabio sin rituales, el aullido sobre la piedra oscura. Ofrezco
A esta Nada un vaso de aire, el afán del vértigo, el abanico del ocote.
Surge el acecho como el vinagre de los cuchillos, el laberinto ciego
Del Planeta, —la ruda tupida, oscura de las sombras.
Ha sido una vida entera el sueño total de las lámparas: esta sensación
De bruma incurable, líquido alambique del sigilo.
Ha sido el cautiverio de los huesos en la flama, la oblicuidad del polen,
La mano enloquecida en la sal hiriente,
El ánfora desigual de la balanza.
La incertidumbre ha sido el ídolo de la carne, —el presagio con tejas
Del enigma, la raíz rota del engrudo, la caricia de los dardos.
El ojo no descansa en los relojes, ¿dónde estás con el anillo del acertijo,
Puerta erguida en mis aletazos, principio de esta grieta de espinas?
¿Dónde centellas para lavar mi oscuridad? ¿Dónde? ¿Dónde?
¿Dónde gotean luz los pájaros,
Y este cuerpo sudado del lenguaje?...
¿Dónde?...
Barataria, 29.III.2010

viernes, 2 de abril de 2010

ÉS NECESSARI ACABAR AMB LES PARAULES- poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Per a entendre el món és necessari donar mort a les paraules.
És necessari buidar l’amor per les vocals. Enderrocar el vell monopoli
De les consonants, llepar el multimèdia dels diftongs,
Esborrar el pròxim segle d'allò gutural, fer creixent la demanda

Del silenci, instal·lar triftongs als satèlits.
Autora: Frida Kahlo








ÉS NECESSARI ACABAR AMB LES PARAULES
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó







When you were young
And your heart was an open book
You used to say live and let live
GUNS'N'ROSES

Es preciso asesinar la palabra utilitaria,…
ISIDORE DUCASSE,
CONDE DE LAUTRÉAMONT







Per a entendre el món és necessari donar mort a les paraules.
És necessari buidar l’amor per les vocals. Enderrocar el vell monopoli
De les consonants, llepar el multimèdia dels diftongs,
Esborrar el pròxim segle d'allò gutural, fer creixent la demanda
Del silenci, instal·lar triftongs als satèlits. Construir un Global Traffic
Sense les ambigüitats de la sintaxi.
És necessari ofegar el dard de les titlles. Trencar l’acidesa dels prurits,
Llevar-li a l’aire els guants de matrona,
Rosegar el tacte dels martells,
Gaudir l’esbufit infantil, incert dels punts suspensius
Damunt del paper tèrbol de la suor. Mossegar l’anestèsia dels auditòriums,
Suplicar a l’egolatria els Deu Manaments de Moisés,
Encadenar les vaques flaques de les mongetes, tallar les ales de les estàtues
Desfer les úlceres de la genuflexió,
Sagnar al vas de fel de l’alfabet. Al capdavall l’aigua llava
La sang i deixa intactes les voravies, els jardins dels parcs
I la riba intensa de les ares on els ciris absorbeixen l’escarn.
És necessari donar mort a les paraules. A totes de manera semblant per a fer
Efectiva la llei de l’equitat. És necessari donar mort a l’amor
Perquè renasquen els erms, la fullaraca com donzella
De la intel·ligència, el trot rítmic de la molsa, la carrera de cavalls semblant
Al Circ romà. És necessari donar mort a les paraules.
Que només reste l’eixuta eteritat de les imatges en l’olfacte.
Els peixos de les estrelles dissequen les escates del pensament.
És necessari fer-ho pel bé de la Pàtria. Pel plat d’enderrocs
En imans, pels himnes del sopor que ens assetja, per l’agulla de cap
Que trenca impunement els espills.
Ara els dic amb vehemència: és necessari assassinar les paraules —destorben
Com les escarapel·les en la roba blanca. No són joiells per a la Pàtria.
Ara dec dir-ho amb la fosforescència de les dents —les paraules
Destorben, han perdut la seua gola d’escalfred, la seua educada pinta
De sucre, l’oxígen picat de la menta, la sal sexual
De l’Univers, el treball de trenar les escales i els ascensors. Devem
Eradicar les paraules —tancar-les en els solitaris desgels
Dels robers, apartar-les dels genitals,
Enfonsar-les en la festa de la bijuteria, desencaminar-les com la rosada grisa
Dels cecs, obrir una fossa comuna i afonar-les fins que ja no siguen,
Emprenyar de cucs les llànties, i a la fi, si és possible,
Polvoritzar la llengua de les campanes fins que el territori siga No-Res.
Baratària, 28.III.2010









ES PRECISO TERMINAR CON LAS PALABRAS








When you were young
And your heart was an open book
You used to say live and let live
GUNS'N'ROSES

Es preciso asesinar la palabra utilitaria,…
ISIDORE DUCASSE, CONDE DE LAUTRÉAMONT








Para entender el mundo hay que darle muerte a las palabras.
Hay que vaciar el amor por las vocales. Demoler el viejo monopolio
De las consonantes, lamer el multimedia de los diptongos,
Borrar el próximo siglo de lo gutural, hacer creciente la demanda
Del silencio, instalar triptongos en los satélites. Construir un Global Traffic
Sin las ambigüedades de la sintaxis.
Es preciso ahogar el dardo de las tildes. Romper la acidez de los pruritos,
Quitarle al aire los guantes de matrona,
Roer el tacto de los martillos,
Gozar del soplo infantil, incierto de los puntos suspensivos
Sobre el papel turbio del sudor. Morder la anestesia de los auditóriums,
Suplicar a la egolatría los Diez mandamientos de Moisés,
Encadenar las vacas flacas de los frijoles, cortar las alas de las estatuas
Deshacer las úlceras de la genuflexión,
Sangrar en el vaso de hiel del alfabeto. Después de todo el agua lava
La sangre y deja intactas las aceras, los jardines de los parques
Y la orilla intensa de los altares donde los cirios absorben el escarnio.
Hay que darle muerte a las palabras. A todas por igual para hacer
Efectiva la ley de la equidad. Hay que darle muerte al amor
Para que renazcan los páramos, la hojarasca como doncella
De la inteligencia, el trote rítmico del moho, la carrera de caballos similar
Al Circo romano. Hay que darle muerte a las palabras.
Que sólo quede la enjuta etereidad de las imágenes en el olfato.
Los peces de las estrellan disecan las escamas del pensamiento.
Hay que hacerlo por el bien de la Patria. Por el plato de escombros
En imanes, por los himnos del sopor que nos asedia, por el alfiler
Que rompe impunemente los espejos.
Ahora lo digo con vehemencia: hay que asesinar las palabras —estorban
Como las escarapelas en la ropa blanca. No son alhajas para la Patria.
Ahora debo decirlo con la fosforescencia de los dientes —las palabras
Estorban, han perdido su garganta de escalofrío, su educado peine
De azúcar, el oxígeno machacado de la hierbabuena, la sal sexual
Del Universo, el trabajo de trenzar las escaleras y los ascensores. Debemos
Erradicar las palabras —encerrarlas en los solitarios deshielos
De los roperos, apartarlas de los genitales,
Hundirlas en la fiesta de la bisutería, extraviarlas como el rocío gris
De los ciegos, abrir una fosa común y sumergirlas hasta que ya no sean,
Preñar de gusanos las lámparas, y al final, si es posible,
Pulverizar la lengua de las campanas hasta que el territorio sea Nada.
Barataria, 28.III.2010

jueves, 1 de abril de 2010

LA PALMA DE MI MANO

La palma de mi mano está limpia. Nada tiene de estridencia
O pecado. Ni ha tocado filo o pólvora.
Sí hay largos viajes de cascadas, vuelos de jadeantes pétalos.
Ahora luz en los telegramas del aire...

Autor: Gustav Klimt







LA PALMA DE MI MANO







One more day to complete my service
One more high to decay my nevous
Wondering how I'm gonna find a way
It's over
NIRVANA

One day when she leaves you lonely
You'll miss her oh so much
Until you feel her magic touch
(feel her magic touch)Her magic touch, her magic touch
(Feel her magic touch), her magic touch
KISS




La palma de mi mano está limpia. Nada tiene de estridencia
O pecado. Ni ha tocado filo o pólvora.
Sí hay largos viajes de cascadas, vuelos de jadeantes pétalos.
Ahora luz en los telegramas del aire.
Ahora llama en la geometría de los dedos.
Ahora invierno en el altavoz del mar. Azul espuma del azúcar.
Ahora doméstica en el mantel del horizonte.
Dibujo del pétalo y el pájaro. Ojo escapándose del ansia.
Aquí se prolonga la voz de los periódicos. El misal de los collares.
[En ella se hizo tu arquitectura: la tierra desnuda de tu cuerpo.
El arco iris con todos los prismas de la infancia.
La rampa del musgo y la madera de tu sexo.
La explanada del fuego sobre la cama. Los grafemas del agua.
El balcón que sirvió para las adivinaciones…]

Esta palma de mi mano sólo conoce los rastrojos.
La palma de mi mano sabe de las estaciones secas del abismo.
En las uñas cupieron todas uñas burbujas del aire. Tocó el rastrojo
Y las inmundicias
Y el toro oscuro del arado y el camposanto
Y los gusanos y otros rostros cubiertos por la noche. Y otras paredes
De adobe y granito. Y otros poros de desigual abecedario.
Caben en ella las hojas blancas de la espuma. Las estatuas de sal
De las emociones. El fósforo o la enredadera.
En cada vena las aguas del aliento, —los cayos pedregosos
De los puertos, la memoria del tacto suplicante.
—[Una y otra, los élitros de la arcilla en la sombra. El instinto
Nuestro en el umbral, el azogue como savia derramada. Los nombres
Agrietados en la memoria. Los labios sobre el pavimento.
Siempre fue la cabalgadura en tus poros.
Con ella tapé el grito abominable. La tumba de los dioses.
La antorcha de los párpados. El vaivén del corazón en su búsqueda.]

Sostuve aquí el santuario de los escapularios. O la palma misma
Fue la túnica para envolver los relámpagos.
Sostuve con ella los sostenes de todo lo humana que eres.
—Se volvió transparente el hálito y el pedernal dormido.
Sostuve la grandeza del perfume y multipliqué el ombligo
De la fragancia hasta tocar la memoria del cierzo.
La palma de mi mano aquí, tibia en el ojo de la luz. Clara en la guitarra
De la luna, —cielo de otros mundos y jardines.
Arrea el parpadeo de la cinta de los zapatos. La palma de mi mano
Aquí, sobre la memoria ebria de los vaticinios,
Sosteniendo el paraguas de los helicópteros, febril en la velocidad
En la velocidad de los zancudos,
Cerrada frente al miedo cuando revientan el polen los jardines.
La palma de mi propia mano: áspera como las piedras:
Cada día labran como el picapedrero, la desnudez de la dureza.
La sed que muerde como las espinas.
El hambre que aúlla como un ronquido de siglos…
Barataria, 27.III.2010