sábado, 28 de noviembre de 2009

Nada importante

Todo termina en el hoy de los desasosiegos, en la saliva quemada
De la locura, en el clamor comparable a la melancolía.

Autor de la fotografía: Juan Rocher Larrea

Nada importante






Aquí abajo, no podemos fiamos de nadie; los mortales no acarician nunca
con dicha sincera;
incluso del olor de la flor brota un algo amargo;
ARTHUR RIMBAUD

Entonces, ya está visto:
hacer milagros no es cosa de santos
hoy en día.
PERE QUART





No me acostumbro a los horrores inválidos del sueño. Los espejismos
Detrás de los espejos y armarios son lugares tórridos.
No se puede confiar en las muletas, ni en los rosarios,
Ni en los centímetros
De la sed, ni en los astilleros donde el papel no vale nada.
Los bares no sólo vacían los bolsillos, sino los ojos y el esperma.
La hojarasca brota de ciertos pecados inconfesados en las hostias.
Lo cotidiano no tiene importancia para las cajas de seguridad:
—para ello están los tesoros crepitantes en las profundidades
Del mar, en los secretos no desvelados de los cirios.
Detrás de la vida, hay monstruos agazapados y al acecho
De cartas astrales, y de sonrientes hipotenusas.
Ya Rimbaud nos dice que no debemos fiarnos de nadie.
Hay gente que se mueve alrededor de ciertos círculos irreales.
Uno nunca sabe quien nos hará pedazos el cuerpo, las ideas o el alma.
Ahora mismo hay megalómanos en un País desterrado.
Hasta cuándo seremos perros de casa, sordomudos del azúcar.
La vida resulta más inocente sin pensamientos. Y claro,
Es preferible reir o decir a amén, a pensar.
Y acostumbrarse a lamerle los zapatos al sueño.
Ignoro qué lugares están fuera de esta órbita. Qué sangre harta
Resbala en las manos, qué miedos se ocultan en las miradas
De la noche con muñones y sotanas negras.
Cuando hierve el desmán de los juguetes, son preferibles
Los insecticidas, y no precisamente los analgésicos.
Para invocar a los ángeles guardianes hay que tener en las manos
Un matamoscas, o un spray para rociar la atmósfera.
Uno transpira más de lo necesario en las calles y mercados.
Los ojos se nos cansan sobre la mesa; hay servilletas manchadas
Con anhelos y no con tinta y poemas.
Las manos se nos caen sobre platos de piedra. —La miseria no sólo
Es falta de ajos y cebollas, sino esa falta de sol en la memoria.
Ahora la realidad es una quietud de amarillos pétalos.
Todo termina en el hoy de los desasosiegos, en la saliva quemada
De la locura, en el clamor comparable a la melancolía.
Toca empezar a escribir los epitafios del perfume. Quizá, también,
Subir las escaleras, hasta romper las huellas dactilares.
Mala es la semana con tantos Sopranos. Malo es inventar
Naturalezas muertas en siglos oscuros…
Barataria, 25.XI.2009

viernes, 27 de noviembre de 2009

Cadáveres frente a mis ojos-André Cruchaga

Por culpa de la muerte tengo hojas secas en mis manos.
Enfrente de mí el luto de los féretros.

Ilustración: emudesc.net/osamentas-humanas








Cadáveres frente a mis ojos








Yo, ahora, tengo poco tiempo: por culpa de la muerte…
por culpa también de este nuestro mundo humano
que quita el pan a los pobres, y a los poetas la paz.
PIER PAOLO PASOLINI

…me moriré de risa ante el retrato de Leonardo que tengoe
nfrente de mi cadáver.
ALMUDENA GUZMÁN






Por culpa de la muerte tengo hojas secas en mis manos.
Enfrente de mí el luto de los féretros. Alcoholes del desencanto.
Cucharadas de ceniza en vez de azúcar.
Hollín bañando los ceniceros de mis ojos, lluvia de soles
Dormidos en mis sienes.
Hay frases y palabras en el cascarón de mis huesos que mueren.
Hay empedrados bañados por la sangre,
Niños envueltos en el bolsillo de la tierra.
Carretas marchitas en la lengua de bueyes moribundos.
Tantas cosas como el rastrillo de la muerte. Como el hambre
Titilante de los amantes con sus encabritados poros de Celsius.
Cuando duermo, por ejemplo, desconfío de las luces.
La almohada me empapa de ciertos sopores parecidos a la lluvia.
Claro que esa lluvia es densa y rauda.
El ladrido de los perros muerde el circo de mis sienes.
[No sé si a todos les pasa cuando están enfrente de la muerte.
Cuando le das gracias que venga en vez de morir como esclavo:
Sin distinguirte sobre los taludes devorados por la erosión].
En las calles pululan los armarios grises de esta naturaleza.
Y hemos llegado a un punto donde debemos callar
Para no desintegrarnos de un plumazo.
No son fruto de locos estas ideas que colisionan con los mosquitos.
Ya es cierta la huida sobre espejos de acantilados,
Con cinchos inundados de rencor, con colibríes de espuma.
Cuando duermo me olvido de los petates y el sombrero de zancudos.
Con mis tirantes de corduroy amarro las estatuas y cuelgo
Mis zapatos en los nichos, mi ropa transformada en paraguas.
Uno se acostumbra a los líquenes de sal alrededor de los mausoleos.
A los fósforos quemados de los ojos,
A la sartén huérfana de vajilla. Al alambre de púes alrededor
De la comida, a estar muerto indefinidamente sin esperar
La resurrección como el huevo de los relojes que inflan las moscas.
En la tempestad es bueno tener un manojo de ajos y el crucifijo
Hecho de sotanas viejas.
Nadie deja de temerle aunque la ande en los dientes y la mastique
Todo el tiempo hasta perderle el sabor, salvo la saliva espesa.
En el lago de las sienes se lavan los huesos —Desde luego, es otra
Forma de purificar las navajas o las jaulas.
Pasadas las moscas, lavamos el charco de las horas con agua
Bendita para que el cartero no se ponga los anteojos.
Por culpa de la muerte este cascabel de ceniza disparando su veneno.
Barataria, 24.XI.2009

jueves, 26 de noviembre de 2009

Destiempos-André Cruchaga

Siempre me suenan a duda los pasos fugitivos.
Las hojas que escarban en la tierra ceñidas a mis uñas.


Autor de la fotografía: Julio Rubio Juián







Destiempos







…todo queda entre paréntesis, como un lugar santo
en levitación o un lugar maligno tras la silenciosa explosión
de humo de un fakir.
PERE GIMFERRER

por qué no simplemente no esperar
a ser ocasión de
un vertedero de palabras
SAMUEL BECKETT







Nunca la sed dejó de beber árboles en el traspatio del pálpito.
Los aperos de labranza, los inodoros, los utensilios de cocina,
Las puertas, las ventanas, en sitios inusuales.
Los sellos postales que juegan a lugares remotos.
Las sienes que recogen los cabellos tirados del País.
Las piezas de ajedrez a punto de romper la garganta.
El onceavo mes como un largo suspiro en los ecos del viento.
Camino sobre la desfachatez del asfalto. Guardo silencio
En la deshora de las tejas, cuando ya todo es inerme, al menos
En apariencia. Cuando todos cierran los ojos, abro los míos.
Cuando todos callan alzo mi voz.
Siempre me suenan a duda los pasos fugitivos.
Las hojas que escarban en la tierra ceñidas a mis uñas.
Cada temblor de los poros se refugia en la lluvia.
Ahora los recuerdos de cuando era verano y las escaleras subían
O bajaban los libros de los párpados sin parsimonia.
Dejé de ser señuelo tras el fuego de los relámpagos. Tras el suelo
De la noche, tras los huesos de tanta conversación inútil.
No se puede volver a las camisas después de haberlas deshilachado.
No es válida la ternura después de haberla sepultado en odres
Viejos, bajo dunas de interminables pañuelos.
Quién juega al dintel de las cámaras fotográficas.
Quién sube los muros de la niebla sin dejar de dar un paso
En el vacío, sin encontrase con sombras y cerraduras.
—La deshora “es aquello que apenas ha pasado”. Aquello que,
Al navegar, rompe las almohadas de medianoche.
La tinta ya, sin la magia del mar, las pócimas deshechas en los dientes.
El calendario de los sueños desaparece cuando anochece
El hambre de los ojos, cuando en la niebla envejecen los pájaros.
Todo es como el deseo ido y sólo quedan los fantasmas.
—Aquí las venas abiertas como un óleo.
El cuerpo de los escarabajos en las manos. El fuego en los tizones
De la escoria, sumergido en los pies de la noche del siguiente día.
Sólo después he sepultado las serpientes del pecho.
En la travesía perdí las llaves de los abrazos. —Y a cambio, sin rocío—
Este gemido del rostro sobre el asfalto, junto a otros rostros
Que llevan sin despedirse, igual herida…
Barataria, 24.XI.2009

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Llarga és la nit-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Aquesta nit embolica amb pebres de boirina els papirs
De la memòria o l’escuma fugaç de les lluernes.


Autor de la fotografía Luis Díaz Losa







Llarga és la nit
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó








Larga es la noche, nos canta…
Aquí en la tierra, en la dulce
Tierra de nunca acabar…
GABRIEL CELAYA






Aquesta nit embolica amb pebres de boirina els papirs
De la memòria o l’escuma fugaç de les lluernes.
Brota, de cas, algun rostre de les gotes, del pa amb clamor.
—Són dies d’inclemència sobre la rosada dels espills.
Als ulls dels llamps es divisen els cementeris:
Potser l’amagatall de la matèria, no els braços dels arbres,
No el bany sense reflectors encesos.
No hi ha passaports en cada ració de foscor.
Recorde les claraboies amb cendra i sense fer miracles.
La veritat mossegada per boques estranyes.
Aquest cluc d’ull d’ossos al fil dels ulls.
Aquest no saber, amic, a quin present atindre’m.
—Hi ha imatges que excedeixen qualsevol cojuntura de llanda:
Patetismes sense olor a casseroles.
L’aniversari íntegre del No-res i salmorra des dels panys
Profètics i raons de frenètics fongs.
Hi ha maquinàries per a la ossada perenne del cos.
Ni cants gregorians apartant les tempestes.
[Tu saps d’aquest dolor sense oliveres.
D’aquest cimal de la nit
Sense senderes, de les espigues sense oli ni rosada.
Aquest ofec s’esberla en la sequera de les setmanes.
Mossegue les sabates amb les meues paraules enceses.
Tu saps de la despulla umbilical i la inclemència. D’aquest cub
De febre que es beuen els llençols,
D’aquests dies premuts amb baldes de salmorra.]
Hui tinc en una gota tot el besllum de l’oceà. La dimensió
Putrefacta dels qui som: —tu i jo com éssers de la nit
En la terra, just fins al coll de la boirina.
Nit o terra en l’aire agònic de les meues temples.
Ració de vents als plats del malbaratament, serpents
De rovell a les entranyes.
Els insectes obrin els meus porus. Formes sordes acompanyen
A les portes. —En quin idioma puc llegir l’horitzó,
Sense que ragen tasses de sutze i pillardegen grues amb galetes
De polietilé? —cada dia la nit és un port en les línies
Letals de la llengua, als esperons dels dits,
Al batec del fum en creuar els cellers.
Serveix l’arna de la roba, en les diapositives dels monuments?
Serveixen els cors per a escurar el brancall del vim?
—Com un xiquet em debane al diccionari de la pols.
En els jocs mecànics dels manuals, en les parets
Corrompudes per les càmeres, en aquesta sensació aflictiva
Que no acaba a les llitotxes d’un hospici.
Com un xiquet, au solitària dels cercles.
Com un somriure on imperen muscles de cendra.
Així és d’increïble aquest cansament per les violes…
Baratària, 21.XI.2009








Larga es la noche







Larga es la noche, nos canta…
Aquí en la tierra, en la dulce
Tierra de nunca acabar…
GABRIEL CELAYA







Esta noche envuelve con chiltepes de neblina los papiros
De la memoria o la espuma fugaz de las luciérnagas.
Brota, acaso, algún rostro de las gotas, del pan con clamor.
—Son días de inclemencia sobre el rocío de los espejos.
En los ojos de los relámpagos se divisan los cementerios:
Quizá el escondrijo de la materia, no los brazos de los árboles,
No el baño sin reflectores encendidos.
No hay pasaportes en cada ración de oscuridad.
Recuerdo los tragaluces con ceniza y sin hacer milagros.
La verdad mordida por bocas extrañas.
Este guiño de huesos en el filo de los ojos.
Este no saber, amigo, a qué presente atenerme.
—Hay imágenes que rebasan cualquier coyuntura de hojalata:
Patetismos sin olor a cacerolas.
El cumpleaños íntegro de la Nada y salmuera desde las cerraduras
Proféticas y razones de frenéticos hongos.
Hay maquinarias para la osamenta perenne del cuerpo.
No cantos gregorianos apartando las tormentas.
[Vos sabés de este dolor sin olivos. De esta cumbre de la noche
Sin senderos, de las espigas sin aceite ni rocío.
Este ahogo se quiebra en la sequedad de las semanas.
Muerdo los zapatos con mis palabras encendidas.
Vos sabés del despojo umbilical y la inclemencia. De ese cubo
De fiebre que se beben las sábanas,
De estos días apretados con aldabas de salmuera.]

Hoy tengo en una gota todo el destello del océano. La dimensión
Putrefacta de quiénes somos: —vos y yo como seres de la noche
En la tierra, justo hasta el cuello de la neblina.
Noche o tierra en el aire agónico de mis sienes.
Ración de vientos en los platos del desperdicio, serpientes
De herrumbre en las entrañas.
Los insectos abren mis poros. Formas sordas acompañan
A las puertas. —¿En qué idioma puedo leer el horizonte,
Sin que chorreen tazas de hollín y merodeen grúas con galletas
De polietileno? —cada día la noche es un puerto en las líneas
Letales de la lengua, en las espuelas de los dedos,
En la pulsación del humo al cruzar los tabancos.
¿Sirve la polilla de la ropa, en las diapositivas de los monumentos?
¿Sirven los coros para limpiar la ramazón del mimbre?
—Como un niño me devano en el diccionario del polvo.
En los juegos mecánicos de los manuales, en las paredes
Corrompidas por las cámaras, en esta sensación aflictiva
Que no termina en los camastrones de un hospicio.
Como un niño, ave solitaria de los círculos.
Como una sonrisa donde imperan hombros de ceniza.
Así es de increíble este cansancio por los alelíes…
Barataria, 21.XI.2009


lunes, 23 de noviembre de 2009

Dies impossibles de somriure-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Als molls on la nit és atapeïda ixen sobreres
Les paraules i els ports. En la pell ensordida d’absències,...

Autor de la fotografía:Marcos Molina








Dies impossibles de somriure
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó









Están sembrando el aire de temores
para amargarnos la alegría,…
RAMÓN GARCÍASOL


los espacios y los tiempos,
marcan,
marcan mi sendero y no me dejan…
EDGAR ALLAN POE







Als molls on la nit és atapeïda ixen sobreres
Les paraules i els ports. En la pell ensordida d’absències,
Els dies són impossibles de somriure.
Un món de vetlles suspén el fullatge en l’alé.
Dies desdibuixats en les mans de les paelles —dies travessat
La submissió com en les velles bartolines del rovell,
Del fum i el sopor.
Ara davallàrem a les parets de la pluja.
L’escarniment és tan sols el temps entre enderrocs,
[sandàlies de cuir o sabates
Desgastades en els tacons.
Hi ha tant a enraonar amb els dentrífics, amb el tropell forassenyat
De les grenyes, amb la tempesta vestida no necessàriament
De mortalla, —no precisament de pregària.
Entre crespons de penedits ulls, la tinya i les genives i la llengua.
Entre el frec i gemecs la iugular als forns de la creixent,
Les estrelles davall de les branques de l’aigua,
La tos del vent encarnada com aqueixa tos dura de les pedres.
Després de tant esperar en el combat, la nit, però,
Apareix amb les seues monedes fosques,
Amb les seues vocals de regions ocultes,
Amb aqueixos senyals sovint difícils de desxifrar en el parpelleig.
Pertot arreu hi ha màscares penjant de les portes.
Són mínimes les variacions de la pell damunt de les làpides.
Amb quins talismans puc dissoldre els pantans i els còdols?
Amb quin grapat de paraules puc obrir i parlar-li al nou
Segle, a les calcomanies dels rostres,
A aqueixos lladres d’ocells que volen fer taüts?
—Li pregue a Déu que almenys em salve el somni per a seguir
Vivint en allò que resta del fullatge,
En la cerimònia lunar dels d’avall.
Un dia les contradiccions són aqueix part de les tenebres,
On de penes es poden pujar escales nupcials.
Sovint se sospita de la mel i de l’altura de les piràmides.
De les mosques com una maquinària traidorenca.
De qui farguen l’última saliva de les llànties.
Un és inevitable front a la cremadura dels dies.
En la boca dels capells no caben tots els colors de l’arc del cel.
—I és cert. La suor desteix cada gebrada dels llamps;
El rictus, la imatge d’un en cada full dels petates.
De sobte se m’ocorre nàixer de nou en un altre coixí,
O potser callar des del meu pit insuportable. Bo, mai no se
Sap per on les parets del cel s’enrunen…
—Almenys mai no ho he sabut per més que bega en culleres
De pal la memòria o en quiqueretes de fang adobat.
[Hi ha dies impossibles de riure. Bé que ho saps. Ací no és Venècia
Ni Cannes, ni hi ha gòndoles. Llevat, és clar,
Del resplendor de la nostàlgia, els racons bruts dels cantons,
Unes monedes d’al·lucinació i el jardí del teu amor impossible.]
La resta sobra, en tot cas. Amb mi travessen les flames
Dels pasturalls. I aqueixes tapisseries sense pietat a les meues temples.
Baratària, 20.XI.2009








Días imposibles de sonreir







Están sembrando el aire de temores
para amargarnos la alegría,…
RAMÓN GARCÍASOL


los espacios y los tiempos,
marcan,
marcan mi sendero y no me dejan…
EDGAR ALLAN POE







En los muelles donde la noche es apretada, salen sobrando
Las palabras y los puertos. En la piel ensordecida de ausencias,
Los días son imposibles de sonreír.
Un mundo de vigilias suspende el follaje en el aliento.
Días desdibujados en las manos de las sartenes —días atravesando
La sumisión como en las viejas bartolinas de la herrumbre,
Del humo y el sopor.
Ahora descendimos a las paredes de la lluvia.
El remedo es sólo el tiempo entre ruinas, caites o zapatos
Desgastados en los tacones.
Hay tanto que platicar con los dentríficos, con el tropel desaforado
De las greñas, con la tempestad vestida no necesariamente
De mortaja, —no precisamente de plegaria.
Entre crespones de arrepentidos ojos, la tiña y las encías y la lengua.
Entre el roce y quejidos la yugular en los hornos de la creciente,
Las estrellas debajo de las ramas del agua,
La tos del viento encarnada como esa tos dura de las piedras.
Después de tanto esperar en el combate, la noche, no obstante,
Aparece con sus monedas oscuras,
Con sus vocales de regiones ocultas,
Con esas señales a menudo difíciles de descifrar en el parpadeo.
Por todos lados hay máscaras colgando de las puertas.
Son mínimas las variaciones de la piel sobre las lápidas.
¿Con qué talismanes puedo disolver los pantanos y los guijarros?
¿Con qué puñado de palabras puedo abrir y hablarle al nuevo
Siglo, a las calcomanías de los rostros,
A esos ladrones de pájaros que quieren hacer ataúdes?
—Le ruego a Dios que al menos me salve el sueño para seguir
Viviendo en lo que queda del follaje,
En la ceremonia lunar de los de abajo.
Un día las contradicciones son ese parto de las tinieblas,
Donde apenas se pueden subir escaleras nupciales.
A menudo se sospecha de la miel y de la altura de las pirámides.
De las moscas como una maquinaria alevosa.
De quienes fraguan la última saliva de las lámparas.
Uno es inevitable frente a la quemadura de los días.
En la boca de los sombreros no caben todos los colores del arco iris.
—Y es cierto. El sudor desteje cada escarcha de los relámpagos;
El rictus, la imagen de uno en cada folio de los petates.
De pronto se me ocurre nacer de nuevo en otra almohada,
O quizá callar desde mi pecho insoportable. En fin uno nunca
Sabe por dónde las paredes del cielo se derrumban…
—Al menos nunca lo he sabido por más que beba en cucharas
De palo la memoria o en tacitas de barro curtido.
[Hay días imposibles de reir. Bien lo sabes. Aquí no es Venecia
Ni Cannes, ni hay góndolas. Salvo, desde luego,
El resplandor de la nostalgia, los rincones sucios de las esquinas,
Unas monedas de alucinación y el jardín de tu amor imposible.]
Lo demás sobra, en todo caso. Conmigo atraviesan las llamas
De los zacatales. Y esas tapicerías sin piedad en mis sienes.
Barataria, 20.XI.2009

domingo, 22 de noviembre de 2009

Pesadez-André Cruchaga

La conciencia no tiene la suerte de los analgésicos,
Aunque haya quienes nos los quieran dar para subyugarla

Autor de la fotografía: Javier Martín González

Pesadez





…los que están junto al Rey dirán de su victoria,
los que son cortesanos ensalzarán favores:
los que se estiman … cantarán su alabanza
JOACHIM DU BELLAY




Hay en las sienes una sensación de noche y pesadez.
La conciencia no tiene la suerte de los analgésicos,
Aunque haya quienes nos los quieran dar para subyugarla.
También de principio a fin la torpeza hace gala
De sus pezuñas. Creí que los cerebros verticales eran cosa
Del pasado; en correspondencia con el vértigo todo dá asco.
Las matronas que quieren coagular la sangre para
Los días venideros, la clase política siempre con sus cabellos
Enroscados como serpientes;
A veces es sentimental esta pudrición de las palabras.
En la profundidad de lógica no cabe la racionalidad, el sentido
Común, hueco de la realidad estratificada.
[Me vale un bledo que digan que estoy en contra del sistema;
El aire cuando se altera se vuelve irreal en los lápices;
Me importa un bledo, en realidad, cumplir órdenes y convertirme
En una célula no humana, un escarabajo, y renunciar
A mi libertad que a menudo requiere de cirugías].
De pronto todo se ha vuelto prohibido en el horizonte.
No hay cielo de regreso sobre los ideales. En qué tiempo
De aspirinas vivimos, justo cuando hay pústulas en las placentas.
Qué témpanos masticamos en las páginas del espíritu,
En los preceptos de gélidas babas,
En las raíces superpobladas de los carnavales.
Cada día es tan cierto como los humanos en trocitos de golosinas.
La náusea es hoy, como los cálculos en los riñones:
Una especie de vida saturada por la indigestión y los drenajes
Obstruidos por la lengua.
Es el día que se necesitan más candiles que bozales.
Los sitios oscuros hacen cuevas en los esqueletos. La moralidad
Daña las inteligencias conspicuas, —hay necesidad de suministrarla
En sutiles dosis de azúcar diluida.
Hoy tienen más vigencia las lenguas a partir de los bostezos.
En cada rendija hay pestañas vigilantes al estilo de los gansteres.
Sólo hay espacio para la trama de doble cara.
Ve uno cierto fuego en convulsiones primitivas.
El resplandor es como una secta de rayos paranormales.
Y sin embargo, flamean ciertos abanicos en el resplandor de la trama.
Y sin embargo, se nos quiere dar atol con el dedo,
Como para catar el hollín de la caverna donde estamos.
Cómo entender la luz en cirios ahorcados. En abismos donde
Sólo las moscas defecan, sin márgenes más que los guijarros
En rieles de ceniza, en sueños sobre rocas amenazantes.
No puedo callar aunque mi boca se llene de estiércol y termine
En el absurdo de las osamentas.
Hay peligro en el estrépito de ciertas voluntades obscenas.
En los entarimados de la claridad, en las tabletas de somníferos
Que bebemos para flotar sin memoria.
He aquí pendiendo del opio de la euforia y del vejamen…
Barataria, 22.XI.2009

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Pasos sobre el agua-André Cruchaga

No le tengo otra solución al espantapájaros de mi espíritu.
Tampoco puedo asir los harapos de las aguas con mis manos.
En la escalara de los caracoles, el estertor consume los ecos.

Autor de fotografía: Jorge Otero Valles










Pasos sobre el agua








…llegó el momento, el gran momento,
la hora de los ojos…
PAUL GÉRALDY

Oigo bajo la lluvia sus pasos inseguros
y un bordón que golpea en los árboles muertos.
JON JUARISTI

El único recurso del agua que corre o se estanca será sentarnos (yo mismo,
contigo) pasados los cuadros de labranza,
en la linde del bosque
JOSÉ KOZER









No le tengo otra solución al espantapájaros de mi espíritu.
Tampoco puedo asir los harapos de las aguas con mis manos.
En la escalara de los caracoles, el estertor consume los ecos.
El moho desemboca en los canales de las vísceras. —Pienso
En los pájaros posándose en las ventanas hasta el atardecer;
Hace años que necesito acercar una escoba a mis zapatos,
Un bisturí o una linterna del tamaño de ciertas ausencias.
Alrededor, la luz entre la zarza. —Bordones de enredaderas,
Ojos escapando al carnaval del fuego, ardillas de ceniza sobre el ascua.
El día tiene la movilidad de los insectos.
De repente no tengo ni idea de las sábanas, ni del confort
Que dan las bragas al olfato,
Ni del hambre que de pronto vacía mesas interminables,
Ni del litoral de las piedras que hacen trastabillar mis pasos.
De repente me agarro de las trenzas de los recuerdos: —un terrón
De mar en mi arcilla, un viento de jade sin escoria de cabras,
Crin de mula en la gota hermética de las esquirlas.
El hambre me hace un depredador de calendarios inciertos.
[Pienso en el cedro concéntrico de tu corporeidad; en el arrecife
De azúcar, en la canela siguiendo tus contornos, en el algodón
De tu sinagoga, en el cuarto mojado de imágenes.
Toda llama lame el origen del cuerpo. El vértigo de la perplejidad].
Siempre estoy en las dos caras de esa moneda inconclusa.
Hay días con paredes quebradizas, —ficción de identidades
Reasumidas; alrededor desafía el miedo con gemidos.
En qué alas no hay un siglo de criptas y agotadas espumas.
En que estatuas, un perro no bañó las ingles y lavó la escoria.
—Sobre las aguas todas las formas posibles de las palabras;
Esta siempre devastación de la lluvia en la conciencia.
La brasa de los cardos rompe las entrañas. Cuándo beberé
El último café lejos de la decrepitud y tan cerca de las campanas.
—Siempre la inclemencia como una ráfaga irreparable.
Nunca dejo de pernoctar en la hamaca de las mensajerías virtuales.
Pese a todo, nunca deja de ser la benevolencia,
Una frazada de éxtasis. Después de todo, en algún momento
Nos convertimos en piezas ceremoniales, de algún pétalo mercenario.
Pese a todo, el agua es lo más parecido a una colcha de begonias,
A ese ser obseso, verosímil de los búhos sobre el tejado
Palpable del latido…
Barataria, 14.XI.2009


martes, 17 de noviembre de 2009

El animal que soy

Vivo el día con el animal que soy. Vivo debajo de las curvas
De las sábanas, en la greña del zodíaco, con la certeza
De alimentar las palabras y no los cuervos que ellas esconden









El animal que soy





La locura del día se desliza del cerebelo
al cogote donde ha formado un charco….
JOSEPH BRODSKY

…me quito un viejo abrigo, la esperanza,
y me adentro por los caminos de mis ojos,…
SALVADOR ESPRIU

No creo que mañana obtenga la respuesta.
Mientras tanto,ya me he acercado al animal dormido,…
CARLOS MARZAL





Vivo el día con el animal que soy. Vivo debajo de las curvas
De las sábanas, en la greña del zodíaco, con la certeza
De alimentar las palabras y no los cuervos que ellas esconden.
Nunca es fácil salvarse uno cuando los vientos son contrarios,
Cuando el incienso no alcanza a cubrir toda la noche.
La saliva zumba en la fiebre de la prisa. —Tonos de tortura
En el tejado de los nubarrones, póstumas tabernas en el anca
De los espejos, jardines en el cielo falso de los papaturros.
Los días son como las sillas bebiendo el sol en los traspatios.
La lengua de los cipreses lame el murmullo del viento.
La bestia que soy sangra en los jardines del ceño: en la hojarasca,
Densa, hay demasiados despojos, hostiles cuencas,
Ojeras de piel sin días, almanaques de necrópolis, pájaros
Que declinan a las ramas, nichos desvencijados por los nidos
De un tiempo que no alcanza los buenos augurios.
A menudo en el cuerpo no caben tantos portales de jeringas.
Tampoco es posible lamer toda la piedra pómez de los retratos.
Tampoco quitar las jaulas sin ahogar el destino en los baños
Públicos, sin los estornudos de una ciudad caótica.
Un día seguramente nos protegeremos de los ventanales
Sin pájaros, de los candiles tiznados por tanta incongruencia,
De ese momento donde los poros se vuelven incontables
De esas abreviaturas que parecen termitas en los adoquines.
A diario las fotografías en las calles se tornan una especie
De varietés, —un centro de exclamación sin muchas palabras.
Toda la noche se convierte en el Nahual salvaje de mis sueños:
Noche de la materia, reino de latidos rutilantes.
En los ojos pútridos del desvarío, se hunden las almohadas
Del fuego, las bellas artes de las nubes, los cascos del trueno.
Sobre los tantos dioses que han lamido el crepúsculo,
Me quedo con los establos ciegos de las turbaciones.
—Me quedo con el trastorno de los naipes, con la difícil palabra
De los ojos, con esta calle donde los dardos parecen alelíes.
Después de todo ya estoy acostumbrado a los recuerdos.
A esos juegos de la sinrazón de las palabras, a la contrición
De los aplausos, mejor dicho, a la ración de yaguales en las sienes.
Así que, siendo ancestral esta herida, sólo me queda conjurarla
Junto al hartazgo del viento o del tedio.
Sólo me queda, seguir siendo, este animal que soy…
Barataria, 14.XI.2009

lunes, 16 de noviembre de 2009

Fàstic de la boirina- poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Uno se hastía de las cartas sin gladiolos, con tinta moribunda.
Uno se hastía de los vitrales que cruzan la locura,

Autor de ilustración: Antonio Martí Fernández









Fàstic de la boirina
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó






Apuntamos utilizando un espejo sobre la infantería
diezmada
GUILLAUME APOLLINAIRE

Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas …le impiden caminar.
CHARLES BAUDELAIRE







Pesa el fàstic de la boirina a les pestanyes. Pesa el miasma
De les faules als fulls de cada calendari.
En allò grotesc i sàdic no abasten les sumificacions.
La neteja de les esferes, els purs que arrosseguen les seues llengües humides.
En els dies de fred es nafren els porus de fatalitat.
—Sovint ens tornem víctimes de les clarividències.
On són els profetes sense trufes, on ploren les estàtues
La seua intempèrie galopant, aqueix univers fet mossos,
Aqueixes màscares que impideixen veure la grandesa.
Els rostres de tant mirar s’han tornat decrèpites libèl·lules.
Cada dia hi ha clowns fastigosos als carrers, endevinant la sort.
En algun lloc una llàgrima esclata simulant encensers.
[Entre lliris i líquens, juguen les dents al silenci.
Per molt sofre que li pose a la meua carn, les verges pasten
En la cendra, munten com amazones en les varices,
Obrin l’espill davant de les meues nines feixugues de tant mirar
Enlloc —de tant fer esquelets de tòrrida invalidesa.
Sempre es viu amb aquest horror dels somnis.
Amb aquests camins negats en crosses, amb aquest Crist als molls
Volent partir les aigües o escriure damunt de les ones una paràbola.
De sobte es delera un prostíbul per a buidar la mort].
Se sent fàstic de la cambra de bany sense el soroll dels porus.
Se sent fàstic de flotar en l’alta mar de la sal.
Se sent fàstic de la llum i els jardins, dels vells cellers del deliri.
Se sent fàstic de desvestir els pètals, de galopar sense ports.
Se sent fàstic de certs noms penjats a les parets
De túnels incerts, davall de la misèria que aguaita.
Se sent fàstic de la massa informe de la indiferència,
Del mapa astral que fan els astròlegs amb la broma del pòl·len.
Se sent fàstic de les cartes sense gladiols, amb tinta moribunda.
Se sent fàstic dels vitralls que creuen la follia,
Dels semàfors que retallen el lliure trànsit de l’arc del cel.
Se sent fàstic de la nit que baixa dels rierols,
Dels signes que llostregen immutables, dels amors arreglats.
Se sent fàstic de les multiplicacions en porus opacs,
Dels rellotges que deixen les comissures dels llavis al sutze,
D’aquesta dèria [de bandejar-te —ah, gos coniller de cementeris
Que sóc sense defugir les toves de les criptes].
Se sent fàstic al capdavall dels ponts penjants dels sord-muts,
D’esperar l’última paraula a la golfa dels cellers,
A la polleguera, als ràfecs de les bigues o a les lluernes…
És fastigós de ser, finalment, la vella cara de la innocència,
O el vòmit que llepen els gossos a les voreres.
Baratària, 12.XI.2009






Hastío de la neblina




Apuntamos utilizando un espejo sobre la infantería
diezmada
GUILLAUME APOLLINAIRE

Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas …le impiden caminar.
CHARLES BAUDELAIRE





Pesa el hastío de la neblina en las pestañas. Pesa el miasma
De las fábulas en los folios de cada calendario.
En lo grotesco y sádico son insuficientes los sahumerios.
La limpia de las esferas, los puros que arrastran sus lenguas húmedas.
En los días de frío se llagan los poros de fatalidad.
—A menudo uno se vuelve víctima de las clarividencias.
Dónde están los profetas sin patrañas, dónde lloran las estatuas
Su intemperie galopante, ese universo hecho mordiscos,
Esas máscaras que impiden ver la grandeza.
Los rostros de tanto mirar se han tornado decrépitas libélulas.
Cada día hay clowns tediosos en las calles, adivinando la suerte.
En algún sitio una lágrima estalla simulando incensarios.
[Entre lirios y líquenes, juegan los dientes al silencio.
Por más azufre que le ponga a mi carne, las vírgenes pastan
En la ceniza, montan como amazonas en las varices,
Abren el espejo frente a mis pupilas torpes de tanto mirar
A ningún lado —de tanto hacer esqueletos de tórrida invalidez.
Uno siempre vive con este horror de los sueños.
Con estos caminos negados en muletas, con este Cristo en los muelles
Queriendo partir las aguas o escribir sobre las olas una parábola.
Uno de pronto anhela un prostíbulo para vaciar la muerte].
Uno se hastía del cuarto de baño sin el ruido de los poros.
Uno se hastía de flotar en la alta mar de la sal.
Uno se hastía de la luz y los jardines, de los viejos tabancos del delirio.
Uno se hastía de desvestir los pétalos, de galopar sin puertos.
Uno se hastía de ciertos nombres colgados en las paredes
De túneles inciertos, debajo de la miseria que acecha.
Uno se hastía de la masa informe de la indiferencia,
Del mapa astral que hacen los astrólogos con la bruma del polen.
Uno se hastía de las cartas sin gladiolos, con tinta moribunda.
Uno se hastía de los vitrales que cruzan la locura,
De los semáforos que atajan el libre tránsito del arco iris.
Uno se hastía de la noche que baja de los arroyos,
De los signos que amanecen inmutables, de los amores arreglados.
Uno se hastía de las multiplicaciones en poros opacos,
De los relojes que dejan las comisuras de los labios en el hollín,
De esta manía [de desterrarte —ah, sabueso de cementerios
Que soy sin esquivar los adobes de las criptas].
Uno se hastía en fin de los puentes colgantes de los sordomudos,
De esperar la última palabra en el desván de los tabancos,
En el quicio, los aleros de las vigas o los tragaluces…
Uno se cansa de ser en fin, la vieja cara de la inocencia,
O el vómito que lamen los perros en las aceras.
Barataria, 12.XI.2009

domingo, 15 de noviembre de 2009

Pa amb dies grisos-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Moriré pensant en l’ociositat de les flautes, en les cançons
Fúnebres del subconscient, en l’atzar deforme de la bona sort

Ilustración: Autor Juan Arreseigor









Pa amb dies grisos
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó


…despiertopredico la absurda técnica de la irresolución…
ALDO PELLEGRINI

En el fondo del salón una imagen conocida se yergue
PIERRE REVERDY

…un pan de sal para los días idos
y un pan de mar para los días grises.
PABLO DE ROKHA



Les ciutats còncaves deixen de ser guitarres per a convertir-se,
En dies degollats. —Una ciutat, sovint es perd
Amb els horrors de la pluja, enmig de paraigües ensagnats,
Entre balls que invoquen la cendra, arnes de remor,
Llengua d’espases com una bèstia lúgubre.
No hi ha malauradament farmacèutics per a tallar el cor,
Si de cas pètals grapejant la follia, bicicletes en les paelles sa
De la tristesa, o mons cremats en el triangle dels clavells.
Moriré pensant en l’ociositat de les flautes, en les cançons
Fúnebres del subconscient, en l’atzar deforme de la bona sort,
En la claredat somnàmbula de les harmòniques, en aqueixos dies
On no baixen les estrelles i la bellesa finalment niua
Als ossos. —No sé quins pans ens dóna la ressonància en el rober
De les aigües. Algú em nega des dels seus dramàtics vestits.
En l’instant del pa ningú no inventa axiomes, com no siga que l’eloqüència
Siga major que la negació absoluta.
La tristesa s’ha tornat extens riu en el llenguatge: —On són
Les espigues, els himnes triomfals de la gespa,
L’equilibri repicant als cercles de les campanes, o cremant
Sense estridències, existint en els nous horitzons del goig.
Sovint em veig al taller de la garrotxa, rodant en hospicis
Pàl·lids, sense paraules que em niuen als teus pits o senten el rent.
Em mossegues amb la teua desvetlada mirada d’aquari, jugant a llepar
Els fanals dels parcs, junt a gotes semblants a la malenconia
Dels fracs, amb fines botetes d’entristit deliri.
El crepuscle no deixa de ser un gerro amb joguets per a infants.
—Mire de bolcar-me en aqueixa dolçor de sal. Potser en la paradoxa
De la dignitat, en el sospir que no duga paraules desgastades.
La teua brea em plou com un ocell pres a les finestres. I entre
Aqueix cel fill de la follia, anella en la ferida del desamor.
És el desamor a la vida, és clar. Terra d’inabordables coltells,
Gotejant pedres en el conjunt dels ossos.
En el pa no valen les fotografies com estampes immòbils.
Són absurds ferros damunt de l’oli. —Terroses llàgrimes
Als cabells, matolls de llàgrimes sense velams.
El dia podrà ser diferent si creues les bresques de la sang;
Si la mort no es menja la geografia dels teus pits,
Si el raïm del teu pubis em naix sense fatiga.
Un dia només serem —tu i jo— en tot cas, aqueix universal desordre
Dels espectacles, la flor en l’anca d’aqueixa bèstia del passat.
Riu-te, si vols als solcs dels teulats. —Encara hi ha xiquets
Amb fanals de milotxes, amb pinyates enceses de dolços,
Amb mesos menys absurds que el pervindre.
La follia de l’abisme té el seu mateix metabolisme. —Dins de poc,
Tots els pianos seran anacrònics i llavors valdrà,
Aquesta ombra trista de figuera…
Baratària, 12.XI.2009.



Pan con días grises




…despiertopredico la absurda técnica de la irresolución…
ALDO PELLEGRINI

En el fondo del salón una imagen conocida se yergue
PIERRE REVERDY

…un pan de sal para los días idos
y un pan de mar para los días grises.
PABLO DE ROKHA




Las ciudades cóncavas dejan de ser guitarras para convertirse,
En días degollados. —Una ciudad, a menudo se pierde
Con los horrores de la lluvia, en medio de paraguas ensangrentados,
Entre bailes que invocan la ceniza, colmenas de rumor,
Lengua de espadas como una bestia lúgubre.
No hay por desgracia farmacéuticos para tallar el corazón,
Si acaso pétalos manoseando la locura, bicicletas en las sartenes
De la tristeza, o mundos quemados en el triángulo de los claveles.
Moriré pensando en la ociosidad de las flautas, en las canciones
Fúnebres del subconsciente, en el azar deforme de la buena suerte,
En la claridad sonámbula de las armónicas, en esos días
Donde no bajan las estrellas y la belleza finalmente se anida
En los huesos. —No sé qué panes nos dá la resonancia en el ropero
De las aguas. Alguien me niega desde sus dramáticos vestidos.
En el instante del pan nadie inventa axiomas, salvo que la elocuencia
Sea mayor que la negación absoluta.
La tristeza se ha vuelto extenso río en el lenguaje: —Dónde están
Las espigas, los himnos triunfales del césped,
El equilibrio repicando en los círculos de las campanas, o ardiendo
Sin estridencias, existiendo en los nueve horizontes del gozo.
A menudo me veo en el taller de la breña, rodando en hospicios
Pálidos, sin palabras que me aniden a tus senos o huelan a levadura.
Me muerdes con tu desvelada mirada de acuario, jugando a lamer
Los faroles de los parques, junto a gotas parecidas a la melancolía
De los fracs, con finas botitas de entristecido delirio.
El crepúsculo no deja de ser una jarra con juguetes para niños.
—Intento volcarme en esa dulzura de sal. Quizá en la paradoja
De la dignidad, en el suspiro que no lleve palabras desgastadas.
Tu brea me llueve como un pájaro prendido en las ventanas. Y entre
Ese cielo hijo de la locura, aro en la herida del desamor.
Es el desamor a la vida, por supuesto. Tierra de inabordables cuchillos,
Goteando piedras en el conjunto de los huesos.
En el pan no valen las fotografías como estampas inmóviles.
Son absurdos hierros encima del aceite. —Terrosas lágrimas
En los cabellos, matas de lágrimas sin velámenes.
El día podrá ser diferente si cruzas los panales de la sangre;
Si la muerte no se come la geografía de tus pechos,
Si el racimo de tu pubis me nace sin fatiga.
Un día sólo seremos —vos y yo— si acaso, ese universal desorden
De los espectáculos, la flor en el anca de esa bestia del pasado.
Ríete, si quieres en el surco de los tejados. —Todavía hay niños
Con farolas de cometas, con piñatas encendidas de dulces,
Con meses menos absurdos que el porvenir.
La locura del abismo tiene su propio metabolismo. —Dentro de poco,
Todos los pianos serán anacrónicos y entonces valdrá,
Esta sombra triste de higuera…
Barataria, 12.XI.2009.

sábado, 14 de noviembre de 2009

TEMPORAL DE LUZ-ANDRÉ CRUCHAGA

La transparencia respira en el tacto, en los guacales del ojo,
En el agua donde la conciencia muerde el suelo.
Ilustración: "Yunphotos"







Temporal de luz







Sólo las palabras limitan en su borde la luz. Ahora toca,
Agarrar las premoniciones del sonido, batir en el seno
Con la palpitación lúcida de la hoguera.
La luz en lo oscuro flota sucesivamente en el fondo de la sangre.
No hay luz sin epidermis ni aire;
—Esquirlas de pájaros más allá de la garganta. Gotas de mundo
En los vasos de un grano, aguas cándidas en las ventanas.
La transparencia respira en el tacto, en los guacales del ojo,
En el agua donde la conciencia muerde el suelo.
La vida es honda en la concavidad del reloj, en las estatuas
Incandescentes, en las brasas mordidas del azar,
En las aceras insomnes absorbiendo las catástrofes cotidianas.
La siempre deja un hueco en la memoria:
—Esa luz del instante que borra todas las máscaras.
Ese calendario mecánico del afán, febril argamasa en la efusión
Del ánimo, fruto crescendo en gorgoritos.
Siempre el terraplén del azúcar en persianas de canela. En odres
De albahaca, en páginas de anís, en lápices de cuajatinta.
Ahora la luz en el chispero de los cereales: follaje en pájaros,
Sólo desbordado por el rocío escrutante de las manos.
En cada piel la luz concibe las espigas sin barniz. En cada hallazgo
Los alfileres se enjutan, el tumor de la noche es apenas un acto
Dentro de la inminencia. En pleno sueño, cada molécula se vuelve
Rama de ese río de semillas resplandecientes.
Ante el desamparo y sus aceites grises, brilla la atmósfera
De los ojos; el viento hace lo suyo en recuas de ventanas.
En las hamacas del jade encuentra su propia guarida. Es un pozo
De hambre en la memoria, —furioso ícono atravesando el barro.
De pronto la bebo en la animación de la lujuria.
De pronto el instinto aprende su oficio. Arde la salvia en el estómago.
Arde todo el metabolismo de las calles. Los remolinos ebrios
Del polvo. La florescencia de las pupilas en su impúdica desnudez.
La luz de pronto es una utopía en el escombro.
Acaso, bagazo del latido; chorro de la noche en cuclillas.
Acaso la luz, es sólo la sartén donde frío el hambre. La claridad
Un pez de torrenciales braceos, una luna de güishtes, un beber
Los cántaros del trueno con hambrientas guitarras.
En el peltre de la suciedad, es innecesario ajustar las cortinas,
Pues la lluvia lame, aquí, el juego de nubes de la respiración.
La luz de pronto se torna una esponjosa enciclopedia:
—es posible responder a los mercados, desvelar el murmullo,
Acumular el goterón de lechuzas en los aleros, iluminar las palabras,
Golpear el umbral de la puerta, recorrer los residuos de ceniza,
Masticar los fósforos extraños de los secretos, aprender a caminar
Sin rozar las paredes, hablar sin la palidez del luto.
De pronto hundo mis ojos en el pulso de los vasos. —Los espejos
Son la transparencia de ese deseo infinito, el nivel de desagüe
De los pétalos, los caballos que espantan los huesos, la brisa verde
De los pájaros o, ese bosque elevado al sabor de lo humano.
En algún punto del presente, la oscuridad aprehende de mis manos,
Esos pedacitos de sol desbordando las ventanas…
Barataria, 02.XI.2009


jueves, 12 de noviembre de 2009

Orilla interior-André Cruchaga

La luz ciega arde en los destellos del cuerpo.
Mientras el alba o el ocaso palpitan sus ardores

Ilustración:"Yunphotos"







Orilla interior





Desvelado, yací en los brazos de mi propio calor y escuché
una tormenta que paladeaba su condición de tormenta en la oscuridad invernal
WYSTAN HUGH AUDEN




Y ahora esta forma rutilante de envejecidos afanes.
Este cansado hilo del caos. —Sangre deshaciéndose
En el brazo de los muelles.
Ahora este cielo inabarcable de las mareas proscritas.
Las puertas diluidas con el vaho de los difuntos.
La ola que eleva su lengua sobre la ola.
Este cavar siempre en la penumbra de las enredaderas.
La luz ciega arde en los destellos del cuerpo.
Mientras el alba o el ocaso palpitan sus ardores.
En la orilla, la vida afina la espuma —hocicos amarillos
Lamen los límites, pájaros fugaces arden en las sábanas.
En cada seno erguido hay fumarolas encendiéndose.
Así, agónico el tino frente a los rostros, clavando las aldabas
Del azoro, mordiendo la ansiedad de los contrapesos.
Un día será el abrigo con sus póstumos olores,
El pétalo vital en la respiración, el rizo de agua en los faroles.
La rama de la sed busca el albergue del sueño:
—Digamos que el prisma donde ningún invierno es contrario.
En mi boca se humedecen las palabras
Y descienden para ser un territorio de guijarros.
En cada gruta del fuego, un puñado de rostros.
En cada orilla, el deseo de los pájaros invade el follaje.
En cada interior aterido, la noche saliendo de los costados.
En cada adiós, volcanes de silencio —ceniza en el firmamento.
En cada sonrisa, un trasfondo indecible —burbujas
Que el tacto no adivina; embudos que lamen el crujido.
Hay fisuras en el rostro que las lámparas no adivinan:
Retazos de puertas sin lectura, lápidas que revientan
En granizos, fragmentos de un territorio innominado.
De mirar el yo sigue expectante en el camino.
La tea orea en su fragua, esos revuelos ciegos de la orilla.
La habitación sin cobijo, la temperanza amurallada por la angustia.
A menudo uno se queda en los pantanos insolubles
De la gelatina, en el relieve del acantilado, en el litoral
De los pájaros sin poder alzar el vuelo.
Los peces del sueño mueren en el estanque de la sal.
Siempre los desencuentros están más próximos al viento.
A ese humo que vuelca en instantáneas el firmamento.
El extravío a menudo se bifurca en los sentidos, en los cuatro
Candiles de los puntos cardinales, en ese desfondo orgánico
Del sobresalto. Y a pesar de este aleteo y desvelo,
Y a pesar del sótano insepulto en que me encuentro,
Y a pesar de la laja que hace sangrar al alma,
Y a pesar de la inmune gracias de los ciegos,
Y a pesar de la criatura que soy, en el azoro de la ansiedad,
Y a pesar de los papiros en este sepia del respiro,
Y a pesar de la ola que llega hasta la ficción de las fronteras,
Y a pesar de esta tortura interior de las ráfaga,
Pie y rostro buscan los acertijos del azúcar, esa ahoga
Sin cruz de una mano…
Barataria, 04.XI.2009

martes, 10 de noviembre de 2009

Negació de l’home-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Mendigos








Negació de l’home
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó




…y era inútil que buscara la compasión, la luz.
LUIS ALFREDO TORRES

El estío suena como un deshielo por los corazones
Y las alboradas tiemblan como los árboles al despertarse
EMILIO WESTPHALEN



A prop estiguí sempre de la nit, mendicant, ferit en voreres
I amb les ulleres del prec i amb el hui sempre de la creu.
Mentre uns altres menjaven, la meua llengua corbada, en descens
Cap a la fam sobre la pols i la pedra.
Ningú no obrí portes ni encengué llanternes. A la fi, les dents
Trencats de l’angoixa, el cometa de la incertesa,
El goteig de la cara refregant-se en el vent.
Entre els pobres traguí la meua boca amarga, en la boca el pa
Mossegat als contenidors, l’hivern sense taules,
I l’esparver de la boira atrapada en les meues nines.
Sempre he sigut trist com les parets a soles. Com l’escarniment
Corb dels algorismes, com les carícies que sempre arriben
A destemps, com un esmorçar sense boca en la vesprada.
Sempre he sigut una mescla d’ocells i núvols, un mort
En les cuines de la tortura, un llarg raig de por als garrotxars.
En un racó de la Pàtria, la meua collita d’insomnis,
Una bufetada de cascos, falsos rosaris en aquest pervindre de dol.
L’horitzó sense calcetins del tamany de la fondor.
Mirar, ací, escales en descens. Galtes sacsades
Per la indiferència, sordes a l’hora de menjar el forment, selectives
A l’hora d’escorxar l’anunciació de les palpebres.
El temps encegà en les plagues del meu costat.
Cavalls de vidre baixaren a la gola. Gossos mandres
Lladrugaren en la llengua. El meu regne sí és d’aquest món: indiferent,
Avorrit, consumat al meu pit.
A voltes fa por la tristesa sense campanes. Sense la meua mare,
Sense germans, sense uns altres ulls que arreceren la congoixa.
A voltes la inclemència fa delirant els perfums, imprecisos
Els passos, fosques les finestres, turbado el pit davall de de boques
Despiadades, indefens davant dels carrers tancats.
El calendari sigilós dels cementeris m’ha seguit.
Ulls sense pietat han afonat la sal en meus porus.
Mai les hores doloroses no han deixat d’envellir en mi.
Sempre fugitiu en el túnel dels embuts, sense Pere, Joan,
Lluc, Mateu. Sempre fustigat per la immundícia.
Sempre en la Pàtria del desvari, plovent a porta tancada.
Sempre els mesos asseguts sense covar-se, tocats pels fetitxes
De la nit, per dies vidus d’alé diví,
Per tants vidres de la queixa, per caragols de tortura,
Per epitafis d’insomne parrup, potser morfina per a la deshora.
Sempre isquí a tocar portes a mà alçada, però tot em fou negat
Com un rigorós cirurgià.
Tot fou afany sense dies, dolgudes paraules, confesses negacions.
Sempre isquí al carrer a buscar l’alegria, a canvi tinguí
Paraigües rígids, diagnòstics rars, grillons per al meu llit inefable.
Ara em dol fondo, sense ulls i sense rostre…
Baratària, 07.XI.2009



Negación del hombre




…y era inútil que buscara la compasión, la luz.
LUIS ALFREDO TORRES



El estío suena como un deshielo por los corazones
Y las alboradas tiemblan como los árboles al despertarse
EMILIO WESTPHALEN




Cerca estuve siempre de la noche, mendigo, herido en aceras
Y con las ojeras del ruego y con el hoy siempre de la cruz.
Mientras otros comían, mi lengua curvada, en descenso
Hacia el hambre sobre el polvo y la piedra.
Nadie abrió puertas ni encendió linternas. Al final, los dientes
Rotos de la angustia, el cometa de la incertidumbre,
El goteo de la cara restregándose en el viento.
Entre los pobres saqué mi boca amarga, en la boca el pan
Mordido en los contenedores, el invierno sin mesas,
Y la atarraya de la niebla atrapada en mis pupilas.
Siempre he sido triste como las paredes solas. Como el remedo
Curvo de los algoritmos, como las caricias que siempre llegan
A destiempo, como un almuerzo sin boca en la tarde.
Siempre he sido una mezcla de pájaros y nubes, un muerto
En las cocinas de la tortura, un largo chorro de miedo en los breñales.
En un rincón de la Patria, mi cosecha de insomnios,
Una bofetada de cascos, falsos rosarios en este porvenir de luto.
El horizonte sin calcetines del tamaño de la hondura.
Mirar, ahí, escaleras en descenso. Mejillas sacudidas
Por la indiferencia, sordas a la hora de comer el trigo, selectivas
A la hora de descorchar la anunciación de los párpados.
El tiempo se hizo ciego en las llagas de mi costado.
Caballos de vidrio bajaron a la garganta. Perros zánganos
Ladraron en la lengua. Mi reino si es de este mundo: indiferente,
Aborrecido, consumado en mi pecho.
A veces dá miedo la tristeza sin campanas. Sin mi madre,
Sin hermanos, sin otros ojos que cobijen la congoja.
A veces la inclemencia vuelve delirante los perfumes, imprecisos
Los pasos, oscuras las ventanas, turbado el pecho debajo de bocas
Despiadadas, indefenso ante las calles cerradas.
El calendario sigiloso de los cementerios me ha seguido.
Ojos sin piedad han hundido la sal en mis poros.
Nunca las horas dolorosas han dejado de envejecer en mí.
Siempre fugitivo en el túnel de los embudos, sin Pedro, Juan,
Lucas, Mateo. Siempre hostigado por la inmundicia.
Siempre en la Patria del desvarío, lloviendo a puerta cerrada.
Siempre los meses sentados sin empollarse, tocados por los fetiches
De la noche, por días viudos de soplo divino,
Por tantos vidrios de la queja, por caracoles de tortura,
Por epitafios de insomne arrullo, acaso morfina para la deshora.
Siempre salí a tocar puertas a mano alzada, pero todo me fue negado
Como un riguroso cirujano.
Todo fue afán sin días, dolidas palabras, confesas negaciones.
Siempre salí a la calle a buscar la alegría, a cambio tuve
Paraguas rígidos, diagnósticos raros, grilletes para mi lecho inefable.
Ahora me duelo hondo, sin ojos y sin rostro…
Barataria, 07.XI.2009



domingo, 8 de noviembre de 2009

Llanterna- poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Al bell mig de la nit l’ombra clara del sospir.
La hipòtesi de tantes estrelles a les nines.


Ilustración: "Wikimedia.org"









Llanterna
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó








¿Te preguntas, viajero, por qué hemos muerto jóvenes,
y por qué hemos matado tan estúpidamente?
Nuestros padres mintieron: eso es todo.
JON JUARISTI

Yo no sé qué esperamos los unos de los otros,
ni la razón para tener a mi mano como un fiel aliado.
FÉLIX DE AZÚA








Al bell mig de la nit l’ombra clara del sospir.
La hipòtesi de tantes estrelles a les nines.
Un niu de batalles al camí de l’arena cap
Als ocells ofegant-se en la gola.
Des de sempre a un li toca desclavar l’horitzó,
Mirar els morts que passen amb lenta impaciència,
Plorar qualsevol absència: [la del cos, els supermercats,
Els carrers sense sospirs, la memòria despresa
Dels seus arrels, el buit que ens deixen els aniversaris].
Sobre la nit els pals dels llumins, la brea
De la boira en un cigar,
Els ulls oberts, fondos, de la mort que duem.
A voltes un oblida el fogó de la nit: —l’insomni
Arrancat dels llençols, els meridians nàufrags del somni.
[No sé si en els anys vinents el País serà només
Un article de consum per als turistes, per a certs turistes.
La guia de viatges mundial Lonely Planet inclou El Salvador entre els
10 Millors Destins per a Vacacionar en 2010;
En el marc de Centreamèrica Travel Market 2009
El Salvador, el 47.8% de majoristes provingueren d’Europa,
de Nordamèrica el 37.7%,
De Sudamèrica el 11.6% i Àsia un 2.9%.
Amb tot, el País és impressionant, variat, alegre i amable.]
Això no obstant, les desigualtats socials i l’endeutament,
Els pulmons en la cruïlla del smog, els assalts…
Supose que dormits se saluda millor l’eternitat.
I les tremolors lapidàries de la publicitat,
Són menys ofensives que un tsunami.
Amb els ciris a l’atri de la por, és possible divisar les òlibes,
I sovint el tafetà de la fullaraca damunt de les temples.
M’atabalen les imatges de les llanternes quan sobrevolen
Com helicòpters; quan no afegeixen res nou a les paraules
En desús, per exemple. Quan els canelobres confonen
El paradís-infern de les ànimes, quan el País es torna nefast
En la seua lletjor, en la seua tristesa quadrada,
En les fites de pus cultivades des de dècades.
Però a voltes és inútil dir tot allò que se sent i pensa un en un poema.
Mai no sabí si la infinitud té transparència,
Igual que certa altura de les llanternes en la nit plena.
Més enllà de les lluernes ensumant en la nit,
Hi ha diferències amb la llum —amb aqueix estat blanc-gris
De l’horitzó, dels esperits anàlegs als prismes.
Hi ha certes dates que es tornen memorablement llanternes:
Per al cas, la matança d’indígenes del 32 per l’exèrcit,
El jade d’ocells del teu sexe, el rossinyol dels teus mugrons,
El primer poema, confús, que escriví damunt dels teus porus.
Els tinters també són una mena de llanterna al paper.
Dante a través de l’esplendor dels cercles. Jo en aqueix punt
I aquesta temptació meua de multiplicar la set en els vil·lans…
Baratària, 08.XI.2009








Linterna






¿Te preguntas, viajero, por qué hemos muerto jóvenes,
y por qué hemos matado tan estúpidamente?
Nuestros padres mintieron: eso es todo.
JON JUARISTI

Yo no sé qué esperamos los unos de los otros,
ni la razón para tener a mi mano como un fiel aliado.
FÉLIX DE AZÚA






En medio de la noche la sombra clara del suspiro.
La hipótesis de tantas estrellas en las pupilas.
Un nido de batallas en el camino de la arena hacia
Los pájaros ahogándose en la garganta.
Desde siempre a uno le toca desclavar el horizonte,
Mirar los muertos que pasan con lenta impaciencia,
Llorar cualquier ausencia: [la del cuerpo, los supermercados,
Las calles sin suspiros, la memoria desprendida
De sus raíces, el hueco que nos dejan los aniversarios].
Sobre la noche los mástiles de los fósforos, la brea
De la niebla en un cigarro,
Los ojos abiertos, hondos, de la muerte que llevamos.
A veces uno olvida el fogón de la noche: —el insomnio
Arrancado de las sábanas, los meridianos náufragos del sueño.
[No sé si en los próximos años el País será sólo
Un artículo de consumo para los turistas, para ciertos turistas.
La guía de viajes mundial Lonely Planet incluye a El Salvador
Entre los 10 Mejores Destinos para Vacacionar en 2010;
En el marco de Centroamérica Travel Market 2009
El Salvador, el 47.8% de mayoristas provinieron de Europa,
De Norteamérica el 37.7%,
De Suramérica el 11.6% y Asia un 2.9%.
Con todo, el País es impresionante, variado, alegre y amable.]
No obstante las desigualdades sociales y el endeudamiento,
Los pulmones en la encrucijada del smog, los asaltos…
Supongo que dormidos se saluda mejor la eternidad.
Y los temblores lapidarios de la publicidad,
Son menos ofensivos que un tsunami.
Con los cirios en el atrio del miedo, es posible divisar las lechuzas,
Y a menudo el tafetán de la hojarasca sobre las sienes.
Me aturden las imágenes de las linternas cuando sobrevuelan
Como helicópteros; cuando no añaden nada nuevo a las palabras
En desuso, por ejemplo. Cuando los candelabros confunden
El paraíso-infierno de las almas, cuando el País se vuelve nefasto
En su fealdad, en su tristeza cuadrada,
En los mojones de pus cultivados desde décadas.
Pero a veces es inútil decir todo lo que se siente
Y piensa uno en un poema.
Nunca supe si la infinitud tiene transparencia,
Igual que cierta altura de las linternas en la noche plena.
Más allá de las luciérnagas husmeando en la noche,
Hay diferencias con la luz —con ese estado blanco-gris
Del horizonte, de los espíritus análogos a los prismas.
Hay ciertas fechas que se vuelven memorablemente linternas:
Para el caso, la matanza de indígenas del 32 por el ejército,
El jade de pájaros de tu sexo, el ruiseñor de tus pezones,
El primer poema, confuso, que escribí sobre tus poros.
Los tinteros también son una suerte de linterna en el papel.
Dante a través del esplendor de los círculos. Yo en ese punto
Y esta tentación mía de multiplicar la sed en los vilanos…
Barataria, 08.XI.2009

sábado, 7 de noviembre de 2009

Claridad-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Per als ulls el ritu de l’aigua a l’espill. Les bagues
De les comes i l’encens, les mans apartant la idolatria...

Ilustración: "infojardin"








Claridad
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó







—No está muy claro dijo Etienne.
—no puede estar claro, si lo estuviera sería falso, sería científicamente verdadero
Quizá, pero falso como absoluto. La claridad es una exigencia intelectual y
Nada más. Ojalá pudiéramos saber claro, entender claro al margen al margen
De la ciencia y la razón.
JULIO CORTÁZAR, RAYUELA





Per als ulls el ritu de l’aigua a l’espill. Les bagues
De les comes i l’encens, les mans apartant la idolatria,
El tro brandant les úlceres, i de bell nou l’aigua,
Mel del picaflor, gota d’ambre en la llum.
Creuem la imminència de la sang en letals coltells.
—el suny del llenguatge sovint pesa en la sang. És de nit
La intensitat del crepuscle, l’obstinació dels tímpans.
—No. Tot és adolorida substància en la flama, gosada matèria
Que consumeix la son on l’ull termina o obri el vernís de la sutura.
Els colors desdoblen les paraules del pensament,
Encara que l’arc del cel siga una agulla que sosté la pesadesa del món.
Hi ha dies de xafegada a la burilla d’un cigar. Dies que no terminen
En allò possible, racons de verticals sabates, recolzats en el buit.
L’horitzó celebra en bocins l’entusiasme:
En un poema, la raó ferida empenta les paraules, no les restitueix,
Las tortura ferament amb el quitrà de la saliva.
Entre tanta mirada repartida, el desfici ens pertany,
Elss dictats dels dies d’aprenentatge, la frustració límit de l’arbre,
Els trasplants a cor obert dels espasmes,
La imminència estranya dels murs, i no les buganvil·lies
Que desperten com riu damunt d’ells.
Tras la ràfega, la hipnosi erràtica de les contradiccions, l’entropessada
De l’immòbil, les caixes de cartró del paisatge, el trafegar insuportable
De certes imatges, —No l’amor i els amants perduts en la llum;
Dic, la raó de ser perquè l’ocell que som no peresca.
Badallar davant dels afaits sense afonar-nos en les larves del balbuceig.
No sé si un dia la Santíssima Trinitat serà amb nosaltres, sense la fúria
Singular dels trepants; sense fer etern l’erràtic.
La claredat s’assembla a un pou de lluernes.
A una esfinx de llavors, a un feliç encontre del temps i l’espai.
Mai no es fàcil trobar-la sense que devore la consciència.
Mai no es fàcil retindre-la sense que es córrega el risc d’esdevindre
Fantasma, o en simple croada per a omplir momentàniament armaris de paret.
Sempre és ardent, però mai no ha sigut botella tirada al mar,
Sempre és vital, però la vigília o el somni l’enfosqueixen,
Fins convertir-la en un fòssil de la passió.
[només tu i jo, sabem que la guardem sota claus especials,
Sense que siga poma de la discòrdia dels minotaurs o iniciats.
Sense que del llavi fuja per a fer-se carcanada com tants
Agònics feltres, sense trama ni ordit].
Al present, sovint, la claredat no és un article mengívol.
Ja hi ha prou amb caminar entre dents i llençols…
Baratària, 07.XI.2009





Claridad





—No está muy claro dijo Etienne.
—no puede estar claro, si lo estuviera sería falso, sería científicamente verdadero
Quizá, pero falso como absoluto. La claridad es una exigencia intelectual y
Nada más. Ojalá pudiéramos saber claro, entender claro al margen al margen
De la ciencia y la razón.
JULIO CORTÁZAR, RAYUELA







Para los ojos el rito del agua en el espejo. Los eslabones
De las comas y el incienso, las manos apartando la idolatría,
El trueno blandiendo las úlceras, y de nuevo el agua,
Miel del picaflor, gota de ámbar en la luz.
Cruzamos la inminencia de la sangre en letales cuchillos.
—el ceño del lenguaje a menudo pesa en la sangre. Es noche
La intensidad del crepúsculo, la obstinación de los tímpanos.
—No. Todo es adolorida sustancia en la llama, osada materia
Que consume el sueño donde el ojo termina o abre el barniz de la sutura.
Los colores desdoblan las palabras del pensamiento,
Aunque el arco iris sea una aguja que sostiene la pesadez del mundo.
Hay días de chubasco en la colilla de un cigarro. Días que no terminan
En lo posible, rincones de verticales zapatos, apoyados en el vacío.
El horizonte celebra en pedazos el entusiasmo:
En un poema, la razón herida empuja las palabras, no las restituye,
Las tortura fieramente con el alquitrán de la saliva.
Entre tanta mirada repartida, la desazón nos pertenece,
Los dictados de los días de aprendizaje, la frustración límite del árbol,
Los trasplantes a corazón abierto de los espasmos,
La inminencia extraña de los muros, y no las buganvillas
Que despiertan como río sobre ellos.
Tras la ráfaga, la hipnosis errática de las contradicciones, el traspiés
De lo inmóvil, las cajas de cartón del paisaje, el trajinar insoportable
De ciertas imágenes, —No el amor y los amantes perdidos en la luz;
Digo, la razón de ser para que el pájaro que somos no fenezca.
Bostezar ante los afeites sin hundirnos en las larvas del balbuceo.
No sé si un día la Santísima Trinidad será con nosotros, sin la furia
Singular de los taladros; sin hacer eterno lo errático.
La claridad se parece a un pozo de luciérnagas.
A una esfinge de semillas, a un feliz encuentro del tiempo y el espacio.
Nunca es fácil encontrarla sin que devore la conciencia.
Nunca es fácil retenerla sin que se corra el riesgo de convertirse
En fantasma, o en simple cruzada para llenar momentáneamente alacenas.
Siempre es ardiente, pero nunca ha sido botella tirada al mar,
Siempre es vital, pero la vigilia o el sueño la oscurecen,
Hasta convertirla en un fósil de la pasión.
[sólo vos y yo, sabemos que la guardamos bajo llaves especiales,
Sin que sea manzana de la discordia de los minotauros o iniciados.
Sin que del labio huya para convertirse en osamenta como tantos
Agónicos fieltros, sin trama ni urdimbre].
En el presente, a menudo, la claridad no es un artículo comestible.
Ya con caminar entre dientes y sábanas es bastante…
Barataria, 07.XI.2009

viernes, 6 de noviembre de 2009

Cap a la nit-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Cap a la nit aquesta ebrietat de ombres.
Aquestes plomes de carrers flagelats en les mans.

Ilustración: "Superfondos"







Cap a la nit
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó






Cap a la nit aquesta ebrietat de ombres.
Aquestes plomes de carrers flagelats en les mans.
Aquesta orfandat immòbil de la set.
Aquests punts suspensius dels àlbums.
Aquest palpebreig sense respirar a les nines.
Aquests guants caòtics de les ombres.
Aquesta ciutat erta amb botxins.
La monotonia de la por sense possibilitat del crit.
El pit sense sol per a secar el sabó.
Les formigues que deteste a les meues cicatrius.
El miratge en aquest desert de set i sorres bellugadisses.
La ràfega pillardejant els antulls.
L’olfacte sense gaubances damunt de les fruites marcides.
Les sabates, ací, gastades sense memòria.
La llum només visible a falta del dia.
[Canta, canta, ocellet, canta]
—La tendresa està sostinguda en punts suspensius.
Vosté i jo sabem que només en la foscor es fa
Visible la llum.
Vosté i jo que som efímeres escumes.
Vosté i jo que delerem un port on ancorar.
Vosté i jo que veiem gavines al capvespre.
Vosté i jo que nuem l’horòscop als peus.
Vosté i jo que contemplem els espills de l’insomni,
Ací on l’ebriesa farga els seus pentinats.
Cap a la nit tot allò que no era abominable.
Ara mire amb desdeny l’inversemblant de les banderes:
Les dels uns i les dels altres el ferment dels quals put fins als calcetins.
A vosté i a mi ens assassinaren els somnis.
A vosté i a mi feixugament ens mentiren.
A vosté i a mi cínicament ens invitaren al berenar
I es trobàrem amb sòrdides fècules.
[Canta, canta, ocellet, canta]
Ara, potser, la infàmia es ven en envassos d’aigua.
Però al capdavall, què hi fa. —Cada cert temps, retornem
Als escenaris d’Aristòfanes.
Als instants grats de l’amargor.
A la felicitat simulada en hòsties. A la nit sense paraigües.
A l’embolic dels Deu Manaments.
A la fortuna desviada dels somnis.
Al camí de les velles certeses: [cada boig amb el seu tema]
Que, d’aquests, n’hi ha prou.
O millor: cada mestret amb el seu llibret. El menjar és bo o dolent
Segons el paladar de qui el prova.
Vosté i jo sabem que semblant a la memòria,
Les paraules es deterioren en el temps.
Vosté i jo sabem, després de tantes rugues,
Que [cadascú sona com té el cap].
Cap a la nit anem, incerta taca dels somnis…
Baratària, 24.X.2009







Hacia la noche





Hacia la noche esta ebriedad de sombras.
Estas plumas de calles flageladas en las manos.
Esta orfandad inmóvil de la sed.
Estos puntos suspensivos de los álbumes.
Este parpadeo sin respirar en las pupilas.
Estos guantes caóticos de las sombras.
Esta ciudad yerta con verdugos.
La monotonía del miedo sin posibilidad del grito.
El pecho sin sol para secar el jabón.
Las hormigas que detesto en mis cicatrices.
El espejismo en este desierto de sed y arenas movedizas.
La ráfaga merodeando los anteojos.
El olfato sin júbilos sobre las frutas podridas.
Los zapatos, aquí, gastados sin memoria.
La luz sólo visible a falta del día.
[Canta, canta, pajarito canta]
—La ternura está sostenida en puntos suspensivos.
Usted y yo sabemos que sólo en la oscuridad se hace
Visible la luz.
Usted y yo que somos efímeras espumas.
Usted y yo que ansiamos un puerto en donde anclar.
Usted y yo que vemos gaviotas en el crepúsculo.
Usted y yo que anudamos el horóscopo a los pies.
Usted y yo que contemplamos los espejos del insomnio,
Ahí donde la ebriedad fragua sus peinados.
Hacia la noche todo lo que no era abominable.
Ahora miro con desdén lo inverosímil de las banderas:
Las de unos y otros cuyo fermento apesta hasta los calcetines.
A usted y yo le asesinaron los sueños.
A usted y yo estúpidamente le mintieron.
A usted y yo cínicamente lo invitaron a la merienda
Y se encontró con sórdidas féculas.
[Canta, canta, pajarito canta]
Ahora, acaso, la infamia se vende en envases de agua.
Pero en fin, qué importa. —Cada cierto tiempo, regresamos
A los escenarios de Aristófanes.
A los instantes gratos de la amargura.
A la felicidad simulada en obleas. A la noche sin paraguas.
Al enredo de los Diez Mandamientos.
A la fortuna desviada de los sueños.
Al camino de las viejas certezas: [cada loco con su tema]
Que de estos hay bastantes.
O mejor: cada maestro con su libro. La comida es buena o mala
Según el paladar de quien la prueba.
Usted y yo sabemos que al igual que la memoria,
Las palabras se deterioran en el tiempo.
Usted y yo sabemos, después de tantas arrugas,
Que [cada uno suena como tiene la cabeza].
Hacia la noche vamos, incierta mancha de los sueños…
Barataria, 24.X.2009